DEL ANECDOTARIO ABANQUINO
(Narraciones de la Zona de Emergencia)
"¡Que
tal amigos, los saluda Peter William su disyey favooooorito, para presentarles
el último éxito musical, recién llegado desde la capital: "No me rompas el
alma!" por "Los Antojados".
Empieza la música de dos guitarras, una
batería y un órgano electrónico, entonces la bulliciosa voz del presentador
para lograr que nadie disfrute de la primicia, interrumpe: "Rock, el mejor
rock del universo estelar en Atunrumi". Sigue el estreno musical por unos
veinte segundos más, y nuevamente el presentador lo interrumpe: "Saludos a
Karina, Plácida, Zoila y Yolanda en el barrio de Negrowarkuna", veinte
segundos más y el grupo rockero que grita para hacerse oír es cruelmente
montado por una estridente vocecita que anuncia: "Radio Sintonía, su mejor
compañía", que se repite invariablemente cada treinta segundos hasta casi
el final del acetato, pero antes de que siquiera acabe la primicia, el locutor
los despide bulliciosamente: "Ha sido el debut de los Antojados
en exclusiva para su programa favorito "Generación Destrucción", más
y mejor músicaaaaa!”
Mientras que en las casas, los talleres y las oficinas los radioescuchas se
preguntan: “¿Cual es la primicia?”
Una inolvidable melodía de Fausto Papetti se encarga
de presentar el programa número uno de la discomanía local. Más saxo alto.
"La Hora del Recuerdo". Después su presentador, una reliquia andina
de los años sesenta recita las bondades de su programa. "Aquí
gracias a la magia de la radio estaremos presentando aquellas melodías que un
día nos hicieron soñar". Más Papetti. Los discos giran removiendo toda la tristeza y
melancolía acumulada por una generación que se sumergió en la nada, porque el
departamento lejos de prosperar, limosneaba. "Con la
presente versión musical nos complacemos en saludar a los amigos del Banco
Nacional, muy especialmente a la señora Adriana que nos escribe y que hoy día
está de mantel blanco, advirtiéndole que más tarde estaremos en su hogar para
estrecharla en un gran abrazo y para disfrutar las delicias de su formidable
arte culinario. Va pues para ella en exclusiva el incomparable ritmo de esta
joya musical interpretada en el estilo genial de "Los Siderals". Ritmo lento pero seguro que no
dejará de ser quebrado por la aullante vocecita del slogan de la radio. En
Atunrumi pueden quedarse congeladas esas y otras canciones y melodías, porque
así estaba la alegría, antes que llegara el tiempo de estos tiempos.
La
programación continúa en los 1820 kilociclos de la Amplitud Modulada,
anunciando con la moderna versión de la
quinta sinfonía de Beethoven: "El Informativo de la Sintonía", con
las últimas noticias de la actualidad local, nacional y mundial. Los
principales titulares dan cuenta que hasta ahora no se ha podido dar con el
paradero del Alcalde peregrino, que salió hace un mes de la ciudad sin saberse
a ciencia cierta a dónde, por qué, ni para qué. Todos habrían temido por su
desaparición, pero como sigue ordenando el giro de sus viáticos a cuenta del
municipio, todos quieren que
desaparezca.
Se quejan de la campaña antirrábica que dejó
un saldo de setenta perros muertos y no menos de treinta niños deprimidos, y
que desde hace una semana se están
pudriendo en plena vía pública, sin que el camión basurero los recoja,
porque dicen que no es basura del municipio lo que ha matado el Ministerio de
Salud. Se quejan de todo, se calman quejándose, gozan con sus quejas, porque en
ellas está contenida la razón que ellos tienen y que los otros no comprenden
por ser ignorantes. Se repiten las noticias nacionales difundidas en la mañana
por las emisoras limeñas y las noticias del exterior de los periódicos que
llegan con dos o tres días de retraso.
Luego de media hora, música del western “Lo
bueno, lo malo y lo feo” para dar paso a la columna de auténtica verdad y sana
crítica que escribe Lorenzo Mosqueira Huamaní, ¡Título!, "Todo tiempo
pasado fue mejor" y dice: "Ha pasado este fin de semana con
la calma de un día cualquiera, sino fuera por el entusiasmo de algunos
chiquillos que jugaban con baldecitos de plástico llenos de agua provocando la
despavorida huida de sus inquietas contemporáneas. Nadie se ha dado cuenta,
pero nadie, que anteayer fue la fiesta del carnaval. ¡Si, señores!, hace dos
días que se han festejado en todo el mundo la fiesta de las carnestolendas y
aquí no pasó nada. Dónde están aquellas triunfales entradas del Ño Carnavalón
seguido por un vistoso corso de carros alegóricos que coronaban nuestras bellas
muchachas. Sin duda el municipio se ha olvidado de invitar a las entidades del
Estado, para que presenten sus alegorías, tal como era su tradicional
obligación. Dónde están aquellas fiestas de disfraces que reunía a galantes
bailarines y candorosas damitas que repartían serpentinas de color, papel
picado y chisguetes de éter. También el Club de la Sociedad tiene su
responsabilidad en esta atroz negligencia. Llamamos la atención a su dinámica
directiva encabezada por el Dr. Quiroga. Dónde están las alegres comparsas que
recorrían bailando y cantando las calles
de nuestra ciudad, después de haber cortado llenos de gozo las yunsas
habilitadas por los carguyoc. Creo que aquí todos tenemos la culpa. Qué lejos
están aquellos tiempos en que los carnavales se disfrutaban todos los días de
febrero y buena parte de marzo. ¡Qué desfiles! ¡Qué derroche de gracia y
entusiasmo! Recuerdo que el ingeniero Álvarez, Presidente del COPATUN, no sólo
se encargó de montar un gigantesco y hermoso cisne en un camión de doce
toneladas, sino que el mismo era el paje de su bella esposa que se lució como
la más agraciada reina, sin hacerse problemas por su costo e inversión. ¡Qué
fiestas!, que acababan cuando el sol estaba cayendo y que continuaban hasta el
día siguiente en la casa de don Simón Alarcón García. No quiero contar lo que
allí sucedía. ¡Qué yunsas! Qué pena que el pueblo este perdiendo tan
indolentemente sus gloriosas tradiciones....".
-¿Y ese imbécil? Acaso nadie le ha dicho que
estamos en tiempos de emergencia político social y con toque de queda encima.
-Comenta indignado un radioyente.
Así continúa el noticiero con un editorial
que exige la inmediata rebaja de las tarifas del servicio de electricidad, so
pena de pedir la destitución del administrador de la compañía, porque sus altos
costos pueden provocar la cancelación del informativo perjudicando la
sagrada libertad de prensa y expresión.
El noticiero se alterna con comunicados públicos pagados que le permiten al
radioescucha lanzar injurias y calumnias contra medio mundo por el módico
precio de veinte soles por hasta una página bien leída.
Una música supuestamente clásica, anuncia el
final del informativo, no sin antes señalar que los comunicados pagados pueden
ser aclarados, replicados y duplicados al día siguiente, porque el espíritu
democrático del dueño, gerente, locutor y periodista, y la política informativa
de la empresa así lo permiten, por supuesto siempre teniendo en cuenta que: "Las
opiniones vertidas en este programa son de exclusiva responsabilidad de quienes
las escriben y no representan, necesariamente, el pensamiento de Radio
Sintonía".
A media tarde se presenta el
"Tuquito" con lo mejor de la música vernacular peruana que se
escuchará en todas las chicherías, chinganas y en la campiña de Atunrumi. No
tiene caso, el hombre domina su quechua y se pasea por toda la escala de la
programación por más de tres horas, pues ese segmento tiene sus cuotas de
noticiero, de noticioso deportivo, además es chismoso y a veces muy chistoso,
pero sobretodo es un medio para comunicar a los pueblos vecinos: “¡Atención
San Pedro, mensaje para la familia Mendoza! ¡Atención San Pedro, mensaje para
la familia Mendoza! Se comunica a la familia que Luzmila y Eduviges viajaran a
esa, por favor esperarlas en punta de carretera con tres bestias. Esperar con
tres bestias”. Aun
sabiendo las mozas que en esa carretera, solo estarán esperando las tres
bestias de sus hermanos con la esperanza que les hayan traído algo bueno desde
donde vienen. Luego como todos los días, repetirá los mismos huaynos, porque en
estos tiempos de emergencia se ha paralizado la producción discográfica.
Sigue la programación de "Radio
Sintonía, su mejor compañía". Música orquestada de una balada de los
Beatles, para anunciar el "Rincón Cultural", espacio dedicado a la
difusión de temas culturales y de interés general, que “sale al aire” gracias
al gentil auspicio del Maestro Jesús, que trae al ser amado y lo entrega a tus
pies, y que cura toda clase de hechicerías, maleficios, "mal de ojos"
y que conoce el secreto de las plantas medicinales de la amazonia y las propiedades
milagrosas de la grasa de los animales salvajes y que desde luego respeta la
ciencia médica y jurídica. El presentador que además es poeta, declamador,
periodista y escritor, toma una nota de un periódico o revista pasada, y lee: "En
las despensas de magras existencias, vetustas fábricas y casas sin calefacción,
los húngaros están debatiéndose con un concepto que creían no podía existir en
un Estado comunista: la pobreza....". Mientras la audiencia se pregunta de dónde
serán los húngaros. Después leerá dos o tres artículos más sobre el poder de la
mente, el rock satánico y la lectura de la personalidad a través de la forma de
la comisura de los labios, entre espacios de música orquestada, anuncios
publicitarios y poemas propios y ajenos dedicados a todos sus conocidos del
pueblo, de su barrio y su trabajo.
Avanza la divertida programación de la radio
de su preferencia. A esta hora todo se derrite, porque entran las voces
orgásmicas de la pareja que anuncia el momento más romántico de la
radiotelefonía: "Amor es nunca tener que pedir perdón". Música para
jóvenes enamorados que han construido en la isla del amor su chocita de
felicidad para abrigar sus corazones”. Antes del debut diario de Julio
Iglesias, José Luis Perales, José Luis Rodríguez, Roberto Carlos, Luis Miguel y
los otros mexicanos y españoles más: Versos: "No sé si te amé mucho, no sé si te amé poco; pero sí sé que nunca
volveré a amar así”. Disco con saludos para Gordela y Perico, para Roxana y
Gustavo, en cualquier parte de la ciudad para que sigan haciendo lo que el amor
obliga. "Yo me fui por un camino y
ella se fue por otro, y al pensar en nuestro inmenso amor, yo digo aun, ¿por
qué callé aquel día y ella dirá, ¿por qué no lloré yo?".
Música con saludos para Tatiana y Francisco,
Domitila y Clodowaldo, para que se amen más, donde quiera que se estén amando.
Este programa sale gracias al auspicio de Comercial “Ccala”, que compra
cochinilla, tara, cuero de res y de chivos al por mayor y menor. Finalmente los
presentadores despiden el programa con voz quejumbrosa pero satisfecha,
invitando a su fina audiencia a participar de otro romance en el aire, a la
misma hora y en el mismo punto del dial.
Antes de despedirse, “Radio Sintonía, su
mejor compañía” recuerda a los amables radioescuchas que dentro de contados
minutos se dará inicio al toque de queda. Que no olviden de portar su
salvoconducto las personas que por motivos de trabajo lo tienen y que en caso
de emergencia por favor salir a las calles portando una bandera blanca”.
"Las diez de la noche, son las diez de
la noche. Radio Sintonía después de más de diez horas de programación
ininterrumpida se despide del aire, agradeciéndoles profundamente su amable
audiencia, rogando al cielo para que retorne la paz a esta tierra bendita y trabajando incansablemente por la grandeza
de la patria. ¡Muy buenas noches!” Himno Nacional del Perú.
►☼◄
Cómo
están rockeros de Atunrumi, otra vez con ustedes su disyey Peter William, para
presentarles su programa favorito "Generación Destrucción". Gira la
misma música pero en diferente orden; las mismas rockeras son cálidamente
saludadas. El disyey del momento ama a todo el mundo y pide que todo el mundo
lo ame también a él y al programa, mientras que los cantores del disco están
tratando de destruir sus casas, matar las industrias, quemar la ciudad, rogando
que no los molesten, que a ellos solo les importa el rock, sin enterarse que
una terca vocecita: “Radio Sintonía, su mejor compañía” los está matando a
ellos.
"¡Señoras
y señores, muy buenas tardes! El departamento de prensa se complace en
presentar el Informativo Sintonía, con las últimas noticias locales, nacionales
y mundiales”. La
primera plana levanta su telón anunciando entre sones clásicos y modernos, las
noticias bastante gozadas y harto lloradas. "Ahora
tenemos una importante entrevista a cargo de nuestro Director-Gerente al
Director de la Oficina del Ministerio de la Producción". Toma el micrófono un personaje
bastante loco como para creerse cuerdo, por las correrías que debe hacer para
mantener oficio, empresa y ganancia. Es de la estirpe de aquellos que mataron
la vergüenza hasta el extremo de creer que sus vidas son un ejemplo de lo que
significa ser intelectual. Este vituperador profesional que desde hace más de
tres semanas y por el mismo noticiero, ha estado fustigando con insultos y
calumnias dirigidas contra el anunciado funcionario, hasta lograr arrancarle un
ventajoso contrato de publicidad por la módica suma de tres mil soles mensuales. Servicio que por no
contar con el presupuesto autoritativo, más adelante cuando cambie el gobierno,
lo mandará a la cárcel por malversación de fondos, sin que por supuesto en esa
oportunidad, el ahora periodista amigo, se exonere de reclamar: "¡El más
severo y ejemplar castigo!". "Como tenemos anunciado, el tema que
abordaremos con éste magnífico funcionario y mejor amigo será sobre la
promoción agraria en Atunrumi”.
El entrevistador toma el texto de la Ley de
Promoción de las Inversiones en el Sector Agrario y leyendo el artículo
segundo, pregunta: "¿Ingeniero, es cierto que el desarrollo
integral del sector agrario es prioritario, correspondiéndole al Estado
promover el uso eficiente de las tierras y las aguas, dictando las normas para
la protección, conservación y regulación en el aprovechamiento de dichos
recursos?” El entrevistado responde que sí, que así es y
que en la zona existen muchas tierras de cultivo, gran cantidad de agua y miles
de familias campesinas. Después la entrevista continúa con preguntas basadas en
los artículos 5º, 6º, 7º, 8º, 9º y 10º, con lo que termina la entrevista en un
ambiente de gran cordialidad y muchas ganas de festejar. "Ha
sido la participación del joven y brillante profesional que conduce
acertadamente la dependencia del Ministerio de la Producción en Atunrumi”. Se reanima el afán noticioso y
justo en el momento que van a gritar: ¡Flash! por cortesía de la Galería de
Comerciantes Ambulantes de Cusipata, sobre la aparición del Alcalde de
Atunrumi, más saludable y más gordo que nunca, se va la luz. No hay fluido
eléctrico. Silencio. Se acabó el noticioso, el apagón se llevó el resto de sus
mentiras.
Veinte días después se reanuda la
programación de Radio Sintonía con una Nota Editorial por delante, que entre
otras cosas, ruega a los señores subversivos para que no los alejen de su único
medio de vida, ruegan también a los miembros de las Fuerzas Armadas para que
cumplan con su deber; pero expresan airadamente su decepción por el diputado
del departamento y los funcionarios públicos, frente a la necesidad de reubicar
la central hidroeléctrica a un lugar más seguro, pero lo que no anuncian es que
el apagón solamente afectó a la emisora, porque hace más de quince meses no
pagaba los recibos del servicio de energía eléctrica. Después vienen los éxitos
rockeros con especiales saludos para Milluska. La Hora del Recuerdo con más de
cuarenta años de canciones en solo 60 minutos. Las últimas noticias que ya son
parte de la historia. Los huaynos eternos. El programa cultural con enjundiosos
comentarios sobre el valor de la mano de obra peruana en el Japón. Los
románticos cada vez más orgásmicos, porque en todas esas noches silenciosas se
han amado gracias a las ondas radiales de otras emisoras........y así: hasta el
próximo corte, pago parcial y reconexión.
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