sábado, 4 de abril de 2020

RADIO SINTONIA

DEL ANECDOTARIO ABANQUINO

                                                      (Narraciones de la Zona de Emergencia) 

"¡Que tal amigos, los saluda Peter William su disyey favooooorito, para presentarles el último éxito musical, recién llegado desde la capital: "No me rompas el alma!" por "Los Antojados".

Empieza la música de dos guitarras, una batería y un órgano electrónico, entonces la bulliciosa voz del presentador para lograr que nadie disfrute de la primicia, interrumpe: "Rock, el mejor rock del universo estelar en Atunrumi". Sigue el estreno musical por unos veinte segundos más, y nuevamente el presentador lo interrumpe: "Saludos a Karina, Plácida, Zoila y Yolanda en el barrio de Negrowarkuna", veinte segundos más y el grupo rockero que grita para hacerse oír es cruelmente montado por una estridente vocecita que anuncia: "Radio Sintonía, su mejor compañía", que se repite invariablemente cada treinta segundos hasta casi el final del acetato, pero antes de que siquiera acabe la primicia, el locutor los despide bulliciosamente: "Ha sido el debut de los Antojados en exclusiva para su programa favorito "Generación Destrucción", más y mejor músicaaaaa!” Mientras que en las casas, los talleres y las oficinas los radioescuchas se preguntan:  “¿Cual es la primicia?”

Una inolvidable melodía de Fausto Papetti se encarga de presentar el programa número uno de la discomanía local. Más saxo alto. "La Hora del Recuerdo". Después su presentador, una reliquia andina de los años sesenta recita las bondades de su programa. "Aquí gracias a la magia de la radio estaremos presentando aquellas melodías que un día nos hicieron soñar". Más Papetti. Los discos giran removiendo toda la tristeza y melancolía acumulada por una generación que se sumergió en la nada, porque el departamento lejos de prosperar, limosneaba. "Con la presente versión musical nos complacemos en saludar a los amigos del Banco Nacional, muy especialmente a la señora Adriana que nos escribe y que hoy día está de mantel blanco, advirtiéndole que más tarde estaremos en su hogar para estrecharla en un gran abrazo y para disfrutar las delicias de su formidable arte culinario. Va pues para ella en exclusiva el incomparable ritmo de esta joya musical interpretada en el estilo genial de "Los Siderals". Ritmo lento pero seguro que no dejará de ser quebrado por la aullante vocecita del slogan de la radio. En Atunrumi pueden quedarse congeladas esas y otras canciones y melodías, porque así estaba la alegría, antes que llegara el tiempo de estos tiempos.

 La programación continúa en los 1820 kilociclos de la Amplitud Modulada, anunciando con la moderna versión  de la quinta sinfonía de Beethoven: "El Informativo de la Sintonía", con las últimas noticias de la actualidad local, nacional y mundial. Los principales titulares dan cuenta que hasta ahora no se ha podido dar con el paradero del Alcalde peregrino, que salió hace un mes de la ciudad sin saberse a ciencia cierta a dónde, por qué, ni para qué. Todos habrían temido por su desaparición, pero como sigue ordenando el giro de sus viáticos a cuenta del municipio, todos  quieren que desaparezca.

Se quejan de la campaña antirrábica que dejó un saldo de setenta perros muertos y no menos de treinta niños deprimidos, y que desde hace una semana se están  pudriendo en plena vía pública, sin que el camión basurero los recoja, porque dicen que no es basura del municipio lo que ha matado el Ministerio de Salud. Se quejan de todo, se calman quejándose, gozan con sus quejas, porque en ellas está contenida la razón que ellos tienen y que los otros no comprenden por ser ignorantes. Se repiten las noticias nacionales difundidas en la mañana por las emisoras limeñas y las noticias del exterior de los periódicos que llegan con dos o tres días de retraso.

Luego de media hora, música del western “Lo bueno, lo malo y lo feo” para dar paso a la columna de auténtica verdad y sana crítica que escribe Lorenzo Mosqueira Huamaní, ¡Título!, "Todo tiempo pasado fue mejor" y dice: "Ha pasado este fin de semana con la calma de un día cualquiera, sino fuera por el entusiasmo de algunos chiquillos que jugaban con baldecitos de plástico llenos de agua provocando la despavorida huida de sus inquietas contemporáneas. Nadie se ha dado cuenta, pero nadie, que anteayer fue la fiesta del carnaval. ¡Si, señores!, hace dos días que se han festejado en todo el mundo la fiesta de las carnestolendas y aquí no pasó nada. Dónde están aquellas triunfales entradas del Ño Carnavalón seguido por un vistoso corso de carros alegóricos que coronaban nuestras bellas muchachas. Sin duda el municipio se ha olvidado de invitar a las entidades del Estado, para que presenten sus alegorías, tal como era su tradicional obligación. Dónde están aquellas fiestas de disfraces que reunía a galantes bailarines y candorosas damitas que repartían serpentinas de color, papel picado y chisguetes de éter. También el Club de la Sociedad tiene su responsabilidad en esta atroz negligencia. Llamamos la atención a su dinámica directiva encabezada por el Dr. Quiroga. Dónde están las alegres comparsas que recorrían bailando  y cantando las calles de nuestra ciudad, después de haber cortado llenos de gozo las yunsas habilitadas por los carguyoc. Creo que aquí todos tenemos la culpa. Qué lejos están aquellos tiempos en que los carnavales se disfrutaban todos los días de febrero y buena parte de marzo. ¡Qué desfiles! ¡Qué derroche de gracia y entusiasmo! Recuerdo que el ingeniero Álvarez, Presidente del COPATUN, no sólo se encargó de montar un gigantesco y hermoso cisne en un camión de doce toneladas, sino que el mismo era el paje de su bella esposa que se lució como la más agraciada reina, sin hacerse problemas por su costo e inversión. ¡Qué fiestas!, que acababan cuando el sol estaba cayendo y que continuaban hasta el día siguiente en la casa de don Simón Alarcón García. No quiero contar lo que allí sucedía. ¡Qué yunsas! Qué pena que el pueblo este perdiendo tan indolentemente sus gloriosas tradiciones....".

-¿Y ese imbécil? Acaso nadie le ha dicho que estamos en tiempos de emergencia político social y con toque de queda encima. -Comenta indignado un radioyente.

Así continúa el noticiero con un editorial que exige la inmediata rebaja de las tarifas del servicio de electricidad, so pena de pedir la destitución del administrador de la compañía, porque sus altos costos pueden provocar la cancelación del informativo perjudicando la sagrada  libertad de prensa y expresión. El noticiero se alterna con comunicados públicos pagados que le permiten al radioescucha lanzar injurias y calumnias contra medio mundo por el módico precio de veinte soles por hasta una página bien leída.

Una música supuestamente clásica, anuncia el final del informativo, no sin antes señalar que los comunicados pagados pueden ser aclarados, replicados y duplicados al día siguiente, porque el espíritu democrático del dueño, gerente, locutor y periodista, y la política informativa de la empresa así lo permiten, por supuesto siempre teniendo en cuenta que: "Las opiniones vertidas en este programa son de exclusiva responsabilidad de quienes las escriben y no representan, necesariamente, el pensamiento de Radio Sintonía".

A media tarde se presenta el "Tuquito" con lo mejor de la música vernacular peruana que se escuchará en todas las chicherías, chinganas y en la campiña de Atunrumi. No tiene caso, el hombre domina su quechua y se pasea por toda la escala de la programación por más de tres horas, pues ese segmento tiene sus cuotas de noticiero, de noticioso deportivo, además es chismoso y a veces muy chistoso, pero sobretodo es un medio para comunicar a los pueblos vecinos: “¡Atención San Pedro, mensaje para la familia Mendoza! ¡Atención San Pedro, mensaje para la familia Mendoza! Se comunica a la familia que Luzmila y Eduviges viajaran a esa, por favor esperarlas en punta de carretera con tres bestias. Esperar con tres bestias”. Aun sabiendo las mozas que en esa carretera, solo estarán esperando las tres bestias de sus hermanos con la esperanza que les hayan traído algo bueno desde donde vienen. Luego como todos los días, repetirá los mismos huaynos, porque en estos tiempos de emergencia se ha paralizado la producción discográfica. 
 
Sigue la programación de "Radio Sintonía, su mejor compañía". Música orquestada de una balada de los Beatles, para anunciar el "Rincón Cultural", espacio dedicado a la difusión de temas culturales y de interés general, que “sale al aire” gracias al gentil auspicio del Maestro Jesús, que trae al ser amado y lo entrega a tus pies, y que cura toda clase de hechicerías, maleficios, "mal de ojos" y que conoce el secreto de las plantas medicinales de la amazonia y las propiedades milagrosas de la grasa de los animales salvajes y que desde luego respeta la ciencia médica y jurídica. El presentador que además es poeta, declamador, periodista y escritor, toma una nota de un periódico o revista pasada, y lee: "En las despensas de magras existencias, vetustas fábricas y casas sin calefacción, los húngaros están debatiéndose con un concepto que creían no podía existir en un Estado comunista: la pobreza....". Mientras la audiencia se pregunta de dónde serán los húngaros. Después leerá dos o tres artículos más sobre el poder de la mente, el rock satánico y la lectura de la personalidad a través de la forma de la comisura de los labios, entre espacios de música orquestada, anuncios publicitarios y poemas propios y ajenos dedicados a todos sus conocidos del pueblo, de su barrio y su trabajo.

Avanza la divertida programación de la radio de su preferencia. A esta hora todo se derrite, porque entran las voces orgásmicas de la pareja que anuncia el momento más romántico de la radiotelefonía: "Amor es nunca tener que pedir perdón". Música para jóvenes enamorados que han construido en la isla del amor su chocita de felicidad para abrigar sus corazones”. Antes del debut diario de Julio Iglesias, José Luis Perales, José Luis Rodríguez, Roberto Carlos, Luis Miguel y los otros mexicanos y españoles más: Versos: "No sé si te amé mucho, no sé si te amé poco; pero sí sé que nunca volveré a amar así”. Disco con saludos para Gordela y Perico, para Roxana y Gustavo, en cualquier parte de la ciudad para que sigan haciendo lo que el amor obliga. "Yo me fui por un camino y ella se fue por otro, y al pensar en nuestro inmenso amor, yo digo aun, ¿por qué callé aquel día y ella dirá, ¿por qué no lloré yo?".

Música con saludos para Tatiana y Francisco, Domitila y Clodowaldo, para que se amen más, donde quiera que se estén amando. Este programa sale gracias al auspicio de Comercial “Ccala”, que compra cochinilla, tara, cuero de res y de chivos al por mayor y menor. Finalmente los presentadores despiden el programa con voz quejumbrosa pero satisfecha, invitando a su fina audiencia a participar de otro romance en el aire, a la misma hora y en el mismo punto del dial.

Antes de despedirse, “Radio Sintonía, su mejor compañía” recuerda a los amables radioescuchas que dentro de contados minutos se dará inicio al toque de queda. Que no olviden de portar su salvoconducto las personas que por motivos de trabajo lo tienen y que en caso de emergencia por favor salir a las calles portando una bandera blanca”. 

"Las diez de la noche, son las diez de la noche. Radio Sintonía después de más de diez horas de programación ininterrumpida se despide del aire, agradeciéndoles profundamente su amable audiencia, rogando al cielo para que retorne la paz a esta tierra bendita  y trabajando incansablemente por la grandeza de la patria. ¡Muy buenas noches!” Himno Nacional del Perú.

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Cómo están rockeros de Atunrumi, otra vez con ustedes su disyey Peter William, para presentarles su programa favorito "Generación Destrucción". Gira la misma música pero en diferente orden; las mismas rockeras son cálidamente saludadas. El disyey del momento ama a todo el mundo y pide que todo el mundo lo ame también a él y al programa, mientras que los cantores del disco están tratando de destruir sus casas, matar las industrias, quemar la ciudad, rogando que no los molesten, que a ellos solo les importa el rock, sin enterarse que una terca vocecita: “Radio Sintonía, su mejor compañía” los está matando a ellos.

 "¡Señoras y señores, muy buenas tardes! El departamento de prensa se complace en presentar el Informativo Sintonía, con las últimas noticias locales, nacionales y mundiales”. La primera plana levanta su telón anunciando entre sones clásicos y modernos, las noticias bastante gozadas y harto lloradas. "Ahora tenemos una importante entrevista a cargo de nuestro Director-Gerente al Director de la Oficina del Ministerio de la Producción". Toma el micrófono un personaje bastante loco como para creerse cuerdo, por las correrías que debe hacer para mantener oficio, empresa y ganancia. Es de la estirpe de aquellos que mataron la vergüenza hasta el extremo de creer que sus vidas son un ejemplo de lo que significa ser intelectual. Este vituperador profesional que desde hace más de tres semanas y por el mismo noticiero, ha estado fustigando con insultos y calumnias dirigidas contra el anunciado funcionario, hasta lograr arrancarle un ventajoso contrato de publicidad por la módica suma de  tres mil soles mensuales. Servicio que por no contar con el presupuesto autoritativo, más adelante cuando cambie el gobierno, lo mandará a la cárcel por malversación de fondos, sin que por supuesto en esa oportunidad, el ahora periodista amigo, se exonere de reclamar: "¡El más severo y ejemplar castigo!". "Como tenemos anunciado, el tema que abordaremos con éste magnífico funcionario y mejor amigo será sobre la promoción agraria en Atunrumi”.

El entrevistador toma el texto de la Ley de Promoción de las Inversiones en el Sector Agrario y leyendo el artículo segundo, pregunta: "¿Ingeniero, es cierto que el desarrollo integral del sector agrario es prioritario, correspondiéndole al Estado promover el uso eficiente de las tierras y las aguas, dictando las normas para la protección, conservación y regulación en el aprovechamiento de dichos recursos?”  El entrevistado responde que sí, que así es y que en la zona existen muchas tierras de cultivo, gran cantidad de agua y miles de familias campesinas. Después la entrevista continúa con preguntas basadas en los artículos 5º, 6º, 7º, 8º, 9º y 10º, con lo que termina la entrevista en un ambiente de gran cordialidad y muchas ganas de festejar. "Ha sido la participación del joven y brillante profesional que conduce acertadamente la dependencia del Ministerio de la Producción en Atunrumi”. Se reanima el afán noticioso y justo en el momento que van a gritar: ¡Flash! por cortesía de la Galería de Comerciantes Ambulantes de Cusipata, sobre la aparición del Alcalde de Atunrumi, más saludable y más gordo que nunca, se va la luz. No hay fluido eléctrico. Silencio. Se acabó el noticioso, el apagón se llevó el resto de sus mentiras.

Veinte días después se reanuda la programación de Radio Sintonía con una Nota Editorial por delante, que entre otras cosas, ruega a los señores subversivos para que no los alejen de su único medio de vida, ruegan también a los miembros de las Fuerzas Armadas para que cumplan con su deber; pero expresan airadamente su decepción por el diputado del departamento y los funcionarios públicos, frente a la necesidad de reubicar la central hidroeléctrica a un lugar más seguro, pero lo que no anuncian es que el apagón solamente afectó a la emisora, porque hace más de quince meses no pagaba los recibos del servicio de energía eléctrica. Después vienen los éxitos rockeros con especiales saludos para Milluska. La Hora del Recuerdo con más de cuarenta años de canciones en solo 60 minutos. Las últimas noticias que ya son parte de la historia. Los huaynos eternos. El programa cultural con enjundiosos comentarios sobre el valor de la mano de obra peruana en el Japón. Los románticos cada vez más orgásmicos, porque en todas esas noches silenciosas se han amado gracias a las ondas radiales de otras emisoras........y así: hasta el próximo corte, pago parcial y reconexión.








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