lunes, 7 de noviembre de 2016

SAYWITE: UN HITO EN EL ANDE (V) ebook

Bueno, como les tengo ofrecido les presento en quinta entrada mi ebook SAYWITE: UN HITO EN EL ANDE, solo espero que le ofrezcan vuestro interés, sin olvidar de poner un “ME GUSTA”, pero sobretodo “COMPARTIR” y “COMENTAR”. Si de acuerdo al número de visitas no estoy llegando a ustedes, me limitaré a eliminarlo.

EL MONOLITO:


Está ubicado a 3,622 metros sobre el nivel del mar. Se llega a la plataforma donde está ubicada esta piedra sagrada por la carretera que se dirige a Concacha, así:


Por el Oeste, a través de una portada central, accedemos a una pirámide de tres plataformas superpuestas, cuya cúspide culmina en un campo rectangular de aproximadamente  34.00  m. de largo por 20.00 m. de ancho, en cuyo centro se encuentra instalado el monolito que es un gran bloque de granito de 2.28 metros de altura; con 11.14 metros de circunferencia mayor, y 8.14 metros de circunferencia menor.

Plataforma piramidal y explanadas del monolito y el santuario inca.

Puerta de ingreso a la explanada.

            De acuerdo a la información especializada que se dispone, éste complejo arqueológico fue construido a fines del siglo XIV y a comienzos del XV.  El monolito es su parte más impresionante, pues su mitad superior está ornamentada con 208 figuras talladas en la piedra, donde han sido representados todos los símbolos andinos asociados a la acumulación y manejo racional de las aguas pluviales, pero también están presentes los referidos a su culto y a la fertilidad en general. Rebeca Carrión[1]  lo vio así:

“……En las sinuosidades del bloque está representado el medio geográfico; montañas, depresiones, quebradas, flancos verticales, lagunas en las partes encumbradas, ríos y cursos de agua que corren hacia las partes bajas, canales y acequias distribuidas en diversas direcciones; reservorios, estanques, cascadas, y otros elementos de esta índole. Como custodios de estos lugares sagrados se ven felinos, pumas y monos en actitudes de alerta; o de descender violentamente apoyándose en las patas delanteras. Pero lo más importante de este conjunto lo constituyen los dioses antropomorfos, generalmente dispuestos en "parejas" de hombre y mujer, ella con un cantarito de agua en la mano; y colocados en los nacimientos de los arroyos o ríos o en sitios vecinos a los reservorios. Hay varias de estas parejas, que encarnan a las que figuran al sol y luna en las leyendas que se estudian en el capítulo III. Además se ven grupos más amplios en pequeñas plataformas o terrazas en las que figuran "parejas" de simios, felinos y lagartos en actitudes eróticas, como simbolizando la fusión de las fuerzas masculina y femenina para el mayor rendimiento de la producción agrícola. Asimismo, se han representado junto a los dioses antropomorfos plantas vigorosas de maíz, indicando el significado inmediato de la composición, así como llamas o auquénidos no bien determinados en los altares de sacrificio. Particularmente interesante son las pequeñas fuentes o manantiales con la simbólica rana en su interior, a semejanza de las cisternas de la fuente de Lavapatas de San Agustín, en las que es un batracio mítico, de larga cola dividida en dos, el dueño de ellas; las pacchas, o canales en zigzag que descargan sus aguas en otros colectores más amplios; los edificios o templos alrededor de los cuales se hallan todos estos seres. En fin, hay otras diversas figuras, símbolos de otras tantas ideas, como camarones cruzando los ríos, cangrejos, etc., que pueden indicar que se ha hecho una minúscula reproducción de ciertos aspectos de la costa.

Es interesante observar que algunos de los felinos están situados simétricamente, Como apuntando los cuatro puntos cardinales, y estos son de mayor tamaño que los restantes, y que se hallan casi al borde de la fuente monumental, contiguos a grandes aberturas de salida de las aguas.”
            (…..)

Puede afirmarse que se trata en conjunto de una gigantesca fuente o paccha, con complejas composiciones en su morfología, en la que el agua de las lluvias empozada eventualmente en las fuentecillas, cisternas y pocitos, salía al exterior a través de varias decenas de perforaciones, de diferentes tamaños que existen en el borde o circunferencia del bloque. Era la piedra sagrada del templo de Saywite, en la que el cielo" derramaba" sus aguas, que eran recogidas por este "colector mágico terrestre". Este símbolo de las lluvias, del agua que había de irrigar y fertilizar las tierras, se hallaba sobre el propio templo, posiblemente en la gran plataforma superior y contigua a los altares de sacrificio. En ella se hacía "el derramamiento divino" del agua, así como en los ídolos o altares se repetía este mismo fenómeno con la chicha sagrada. Esta fuente externamente afecta la figura de un gigantesco sapo o rana cuya cabeza escultórica y maciza se halla a un lado….”




Esta magnífica obra, que además de glorificar el dominio del hombre sobre el curso de las aguas, también tiene impresas las alegorías precolombinas de su culto, pues estas eran un obsequio de los dioses andinos, en consecuencia no podía faltar entre las aves, la presencia del cóndor andino, el mensajero de los Apus y de los espíritus de la naturaleza, los encargados de llevar la súplica de los hombres a la Mama Quilla, la dueña de las lluvias, para que haga caer desde el agujero de su cántaro celestial, el líquido elemento que fecunda a la Pachamama (Madre tierra) cuyos frutos sostienen la vida, y por eso están representadas en esta roca sagrada las plantas domesticadas por la actividad agraria, así como la presencia humana en la forma de una pareja, donde la mujer carga un cántaro de agua. También aparecen las figuras de niños, que en aquellos tiempos estaban muy asociados al culto del agua: "....A estas llegaba la "pareja" de niños o adolescentes que personificaban al sol y la luna. En las leyendas del sur andino, como se verá en el capítulo respectivo, la pareja va en romería a varias fuentes (la de Huanacaure, Calispuquio y Yavirá): él portando símbolos de poder y fuerza como la honda y la alabarda, y ella, el cántaro de chicha o de agua, símbolo de las lluvias y de la fertilidad...."

También están presentes y magníficamente esculpidos las figuras de los animales asociados a la presencia de las aguas en los ríos, las lagunas y los manantiales, así podemos ver ranas, sapos, peces, camarones, serpientes, lagartos, cangrejos, sin faltar una alegoría a la fertilidad representada por monos, lagartos y felinos en actitud erótica.

Tampoco dejaron de simbolizar sobre esta roca granítica, los santuarios, fuentes rituales y otras magníficas construcciones, como señalando a sus contemporáneos y a nosotros mismos, que su grandiosa ingeniería hidráulica había logrado sostener una vasta población bien alimentada y por eso próspera, capaz de concebir y levantar estos portentos arquitectónicos.

Lamina 1: Detalles del Monolito

Lamina 2: Detalles del Monolito

Lamina 3: Detalles del Monolito

Lamina 4: Detalles del Monolito

Lamina 5: Detalles del Monolito

Lamina 6: Detalles del Monolito

Lamina 7: Detalles del Monolito

La maqueta de un sistema hidráulico

Sabemos que una maqueta es la reproducción de un monumento, edificio u otra construcción, real o proyectada, hecha en tamaño reducido, y eso fue el monolito de Saywite, un modelo donde nuestros antepasados grabaron para su satisfacción y orgullo, la colosal ingeniería hidráulica que habían logrado en aquellos tiempos, que por supuesto no es diferente a la que ahora aspiramos. Veamos por ejemplo una maqueta de ingeniería hidráulica de nuestros tiempos.

Maqueta moderna de un sistema de riego en los andes peruano

      Viendo con detenimiento la parte hidráulica de estas representaciones, observamos que en la piedra se ha figurado el entorno natural de las montañas y sus quebradas, y en la cumbre de esta maqueta lítica, que no está a la vista del visitante, se ha esculpido una laguna altoandina represada, cuya función es almacenar las aguas pluviales, pues ahí era donde empezaba todo el sistema andino de almacenamiento, conducción, manejo y uso de las aguas provenientes de las lluvias. [2]   

Leonce Angrand[3], hizo un dibujo genial del monolito del Saywite, visto "desde el cielo", es decir por encima de él, donde en su parte superior podemos apreciar una laguna coronando la escultura lítica, y luego podemos ver que en la gradación decreciente de la piedra se han cincelado ríos, lagunas, canales, saltos de agua, acueductos y reservorios, observándose muy claramente cómo estas aguas a medida que descienden son derivadas, primero a reservorios y luego a los andenes, los campos de cultivo y las chacras, que también están bellamente representados en la escultura.

Lamina 248. Vista superior del monolito de Concacha. Dibujo del 12 de setiembre de 1847.
       Ronald Ancajima Ojeda,[4] en su Conferencia Magistral sobre “Tecnologías Ancestrales - Sistemas Hidráulicos Pre Incas e Incas”, nos dice:

"La historia de nuestro país, antes de la invasión española, data de hace más de 5,000 años, años de convivencia con la naturaleza, producto de la cosmovisión que ellos tenían, donde los astros (el sol, la luna y las estrellas) y los recursos naturales (agua y suelo) formaban parte de sus divinidades y a los cuales debían respeto y este era correspondido en alimentos abundantes para los pueblos. De aquí probablemente la explicación a las grandes obras hidráulicas que nos han dejado y que ahora son motivos de admiración y constante investigación, no solo porque la estructura era la solución a los problemas del agua, sino que esta era parte de una veneración a la yacumama (madre agua)."
(…..)

 “El principio filosófico, aparentemente era muy simple, el sol, la luna, los astros y los recursos naturales, eran parte de su divinidad por lo que le debían respeto y veneración para su uso. Pero, esa simplicidad traía consigo espacios de protección (sistemas de canales, amunas, andenes por citar algunas) porque representaban la vida y el abastecimiento de alimentos a sus poblaciones, es probable que una casta social de alta ingeniería se dedicara a estas soluciones y con muchas prácticas que ahora nos sorprenden. En el siguiente esquema representamos los principales sistemas hidráulicos conocidos, como alternativas tecnológicas que ahora debemos de revalorar e imitar.”

            Y nos muestra este gráfico de la gestión sostenible del uso de agua que hicieron los incas,  que no está muy lejos del gráfico que nos muestra la piedra de Saywite, y que magistralmente dibujó Angrand, veamos:


En muchas obras y estudios, este monolito ha sido también visto como una obra de arte del antiguo Perú. Sobre esta clase de objetos, Patricia Victorio Cánovas, en sus “Reflexiones en torno al estudio del arte del Perú antiguo”, publicado en el Tomo L de la Revista del Museo Nacional, nos aclara: “Los objetos del Perú antiguo que se reconocen ahora como obras artísticas no fueron concebidos solamente como objetos de contemplación o de goce estético. En la mayoría de los casos, fueron hechos para cumplir una función dentro de la sociedad, que puede haber sido ritual, propiciatoria, como ofrenda funeraria, entre otras que desconocemos totalmente.”. Esto quiere decir que a través de esta muy sofisticada escultura lítica, los indígenas de aquel lugar, no solo hicieron arte, sino que al representar el sistema hidráulico del almacenamiento, manejo y uso de las aguas provenientes de las lluvias, que ellos ampliamente habían dominado, entregaron a sus dioses esta artística “Sayhua”, como un símbolo propiciatorio para que se cumpla el ciclo anual del agua (evaporación, condensación, precipitación, infiltración y escorrentía) que en esos tiempos no era el fenómeno natural que conocemos ahora, sino un regalo de sus dioses, que algunas veces eran caprichosos y hasta egoístas.

Aparecen diseminados en esta escultura varias figuras de pumas, y esto es a propósito, porque en el incario: “El puma simboliza la sabiduría, la fuerza, la inteligencia. Simbolizaba el gobierno, de allí que probablemente por esa razón la planificación de la construcción de la ciudad del Qosqo tuviera la forma de un puma.”, escriben A. Rojas G. y Ángel Y. Huanco A.  En esta maqueta que simboliza el manejo y dominio de las aguas, se ha querido demostrar que quienes son capaces de controlar este escurridizo estado de la materia, que fácilmente puede perderse en la tierra o elevarse a los cielos, eran unos pumarunas (ingenieros incas). Es decir, gentes de mucha fortaleza y con suficiente conocimiento e ingenio como para lograr contener las aguas, hasta que éstas lleguen a las plantas y a la boca de las bestias y los hombres, para perpetuar la vida. Cabe señalar que para destacar que ese mundo era de los pumarunas, cuatro felinos en posición de ataque, señalan los puntos cardinales desde el monolito.

Lado norte del monolito plagado de pumas. Dibujo de Pedro Rojas Ponce  en 1955.
El puma simbolizaba la sabiduría, la fuerza, la inteligencia y el buen gobierno
A una distancia de aproximadamente cuatro kilómetros de la piedra ceremonial, en el lugar llamado Rumiccasa, se encuentra un bloque lítico natural, que a lo largo de los siglos la naturaleza ha esculpido un relieve semejante al bloque tallado. Probablemente inspirados por esta piedra original, los artistas nativos emprendieron la empresa de tallar el soberbio monolito que nos asombra.

La piedra original ubicada en Rumiccasa - Comunidad Campesina de Saywite



[1] CARRION CACHOT, Rebeca. EL CULTO AL AGUA EN EL ANTIGUO PERÚ. Instituto Nacional de Cultura del Perú, Editores & Impresores S.A. 2005. Lima.  Págs. 30 a 34.
[2] Un ejemplo de estas represas incas, fue la laguna de Ccochacajas en las alturas de Huancarama que proveía de agua de riego a ese pueblo y a las tierras de Carhuacahua y otros sitios de esa quebrada.
[3] ANGRAND, Léonce. Imagen del Perú en el siglo xix, introducción de Marcel Bataillon. Lima: Editor Carlos Milla Batres. 1972
Léonce Angrand fue un diplomático francés quien nació en Paris el 8 de agosto de 1808. Fue de una familia acomodada. Desde su infancia practicó el dibujo y la acuarela. En 1833 es nombrado vice-cónsul francés en Lima. Su labor diplomática le permitió viajar por muchos lugares del Perú entre 1834 -1838, 1847, y de esta manera fue recopilando información sobre su cultura y tradiciones. A su paso por Apurímac dibujó el templo de Cocharcas, el puente sobre el río Pachachaca, el santuario de Saywite y el adoratorio de  Incahuasi en Cachora. También viajo por Chile y Bolivia. Fue uno de los primeros en llegar y dibujar Choquequirao.
[4] https://hidraulicainca.com/acerca-de/sistemas-hidraulicos-pre-incas-e-incas/

4 comentarios:

  1. Realmente maravillosa maqueta de un sistema hidráulico, que tuvieron nuestros antepasados e impresionante el mismo monolito, la vi muchas veces y no me cansaba de contemplarla es que era algo complejo cada ángulo de la piedra, que le guardian del patrimonio quería cobrarme por todos los días que lo observaba, por supuesto que le decía que iba a mi trabajo.

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  2. Imponente escultura que requiere observación y análisis. Aunque lo vi muchas veces no logré imaginar la cantidad de información que contiene en su interior. Solo me queda mostrar mi asombro por los conocimientos y arte de nuestros antepasados, que entre muchas cosas importantes respetaron la naturaleza como parte integrante de sus vidas.

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  3. Sensacional! El primer 3d AutoCad Gracias por la publicación llena de detalles interesantes.

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  4. Excelente trabajo de investigación y felicitaciones por el esfuerzo de difusión.

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