LA YUNSA DEL CARNAVAL ABANQUINO
El carnaval
abanquino, reproduce la fiesta de la “yunsa”, “mallqui” o “cortamonte” que se
remonta a una costumbre instalada en los departamentos serranos del país que
cuentan con ceja de selva o selva alta, donde desde tiempos pioneros, sus colonizadores
debían desboscar para la construcción de sus viviendas, la instalación de un
huerto de frutales, de campos de cultivo, de pastos para la crianza del ganado
y de sus corrales.
Culminada esa
ardua tarea e introducidos los cultivos, durante el mes de febrero o marzo que
son cuando ven el fruto de sus esfuerzos, lo festejan con canciones, danzas y
abundante comida y chicha, representando en un árbol festivo, todos los árboles
que debieron talar para construir su hogar y su sustento en medio en medio de los bosques.
Más adelante
se llevó esta tradición chacarera, a los escenarios de pequeños centros
poblados, y en la actualidad ya se
encuentra instalada en todas nuestras ciudades apurimeñas. Viladegut[1] nos
refiere que esta costumbre empezó a celebrarse en Abancay a partir del año 1936,
leamos:
“Por el año de 1936 se
estableció en Abancay la «yunsa» de mucha popularidad en los pueblos del
centro, llamada también «cortamonte». Consiste en plantar un gran árbol,
cargado de adornos y regalos; luego, bailando, cantando y cortando a golpe de
hacha alrededor del árbol se tumbaba el mismo, momento cuando todos los
espectadores tienen que recoger al quitarse los regalos y adornos del árbol
caído. Después los participantes se disponen a pasear por las calles de la
ciudad haciendo gala de sus disfraces de campesinas y campesinos y evocando las
canciones de carnavales.”
Sobre los
afanes de la yunsa abanquina de la
segunda mitad del siglo XX, Viladegut[2] nos relata:
“La Yunsa
Es una costumbre de
carnavales relativamente nueva, pues en Abancay se introdujo en 1936. Desde
entonces se la practica en todos los distritos, barrios y comunidades con
especial entusiasmo.
Desde varios días antes de
carnavales se organizan grupos de familias de 20 o más personas, entre hombres
y mujeres, primando a juventud, comprometiéndose a tomar parte en el juego y a
contribuir en los gastos Un día antes del señalado para la fiesta que puede ser
el domingo o miércoles de carnaval, se lleva un árbol al sitió designado para
realizar la reunión; árbol frondoso, ato de ronco un poco grueso, generalmente
el pacae. Se adorna al árbol con serpentinas, globos inflados, botellitas de
cognac, juguetes, paquetes de dulces, panes, frutas; si el grupo es más
entusiasta, se ponen otras cosas de más valor y atracción, se planta el árbol
en un hueco en medio de gran algarabía, y se le complementa sus adornos con
otras cosas más que están llegando en último momento.
Para el momento de la
fiesta, todos los participantes van con trajes especiales de carnaval; las
mujeres llegan ataviadas con sombrero de paja, chamarra, lliqllita y su pollera
de vivos colores de pana debe ir una banda de músicos, una orquesta o una
estudiantina Se cantan versos de carnaval: /
Verde tumbo/verde tumbo / a las mejores me las tumbo /. /Aunque nos critiquen/
poco nos importa/por los carnavales / todo se soporta /.... Se baila y se
da vueltas en torno al árbol, por parejas; y, una pareja por turno tanto el
hombre como la mujer dan dos, tres y más hachazos al árbol, en medio de una
alegría general, una y otra pareja hacen lo mismo, hasta que por fin, después
de tanto porfiar, se corta el árbol y cae El público se abalanza sobre el árbol
caído para coger alguno de los adornos en medio de un gran barullo. Los
participantes felicitan a la pareja que ha cortado el árbol, y les desean
éxitos para que al año entrante se encarguen de hace, similar o mejor actuad,
de hecho resulta con el cargo encima.
La comparsa recorre algunas
calles cantando y danzando carnavales. /El
anillo que me diste/oro puro me dijiste / tutallamanta qawaykuqtiyqa/de
hojalata había sido././Cielo abanquino / deja que me vaya / maypi kasqaipipas /
yuyarimusqaykin / y se va a la casa que
es del “carguyoc”para rematar y seguir cantando y bailando:…../Tarukatapas,
vikuñatapas / tropanmantas taqaqmi kam/chaichus mana, taqaykimanchu / yanaykipa
brasunmanta/, tengo derecho / mayor derecho / para decirte, te quiero mucho/.”
En la actualidad
el desarrollo de esta fiesta comienza con la “hurk'a”[3]
que es el pedido que hacen la pareja encargada de realizar la
yunsa, que se les llama los “carguyoc”
(estar a cargo), para afrontar los gastos de la fiesta, consistente en
comestibles, bebidas, regalos para adornar el árbol, músicos, o lo que
buenamente quieran obsequiarles los “jurcados”
(comprometidos).
El árbol, que puede ser un viejo pacae, un capulí o un palto fuera de producción, o un molle. Su tala. Su traslado. Su “parado” en el lugar señalado. Su adorno con globos,
serpentinas, regalos, mantas, ropas, licllas, sombreros, canastas, obsequios y
todo con lo que pueda darle apariencia de riqueza, corre a cuenta de los “carguyoc” y sus "jurcados".
La bondad de la yunsa se mide por la cantidad de niños que esperan a que caiga el mallqui. Si el árbol es rico la chiquillada será abundante, si no es gran cosa, su ausencia será evidente.
La bondad de la yunsa se mide por la cantidad de niños que esperan a que caiga el mallqui. Si el árbol es rico la chiquillada será abundante, si no es gran cosa, su ausencia será evidente.
A esta fiesta
asisten los invitados vestidos con los trajes típicos abanquinos, aunque eso no
es obligatorio, pero a veces la calidad de la fiesta a la que uno ha sido
invitado, obliga. La fiesta empieza con la entrada de las parejas invitadas
presidido por los “carguyoc” que
llevan una muy ornada hacha, luego todos forman una ronda alrededor del
árbol.
Si la fiesta tiene un conjunto musical, entonces tomados de la mano, todos bailarán cantando los que los músicos están interpretando, pero si no, sólo bailarán al compás de los carnavales abanquinos que les llegará desde unos altavoces. Para que no falten las ganas, y más aún, para que no pare la fiesta, una chomba de chicha y varias cajas de cerveza estarán al pie del árbol, para los sedientos que deseen refrescarse o para los tímidos que necesiten despabilarse.
Si la fiesta tiene un conjunto musical, entonces tomados de la mano, todos bailarán cantando los que los músicos están interpretando, pero si no, sólo bailarán al compás de los carnavales abanquinos que les llegará desde unos altavoces. Para que no falten las ganas, y más aún, para que no pare la fiesta, una chomba de chicha y varias cajas de cerveza estarán al pie del árbol, para los sedientos que deseen refrescarse o para los tímidos que necesiten despabilarse.
De rato en
rato y desprendiéndose de la ronda, una pareja sale a bailar con mucho donaire delante de la yunsa. Realizando unos curiosos pasitos o una chacota que en ese momento se inventan, dan algunos hachazos al árbol, luego de ello alcanzando el hacha invitan a otra
pareja. Y así toda la tarde continuará la fiesta sin tregua ni descanso, hasta
que en el momento jamás convenido, pero que todos presienten, surge la pareja
qué ─porque así lo desean o l han prometido─ acaban derribando el árbol, y entonces en carga montón los invitados, el público y toda la palomillada asistente se lanzan al árbol caído
para ganarse el regalo, la ropa o el juguete que está al alcance de sus manos,
y si es más de uno: ¡Mejor!
Finalmente se
arranca una pequeña rama de lo que fue la yunsa y se le alcanza a los que
propiciaron su caída. Con ese símbolo la pareja queda formalmente comprometida
para organizar el año entrante una más grande y mejor fiesta, para que así se
perpetué la costumbre. Luego en la casa de los cumplidos ex “carguyoc” o el local que señalen estos,
la fiesta continúa con abundante comida y bebida, donde los nuevos “carguyoc” el centro de las más finas atenciones.
No importa si
la fiesta es rica o es pobre, si es multitudinaria o privada. Lo que hace la
fiesta es la alegría. Las ganas de divertirse y tirar las preocupaciones y las angustias por la borda, y dejar salir eso que nos viene desde dentro como una
bendición de los dioses del carnaval. Como aquel canto que le debemos a la maravilla de estar vivos, y gracias a ese milagro, gozar
de estos alborozados momentos.
En
estos tiempos las yunsas abanquinas se planifican, organizan y realizan a nivel de barrios, familias, gremios (mercados, obreros, sindicatos) instituciones públicas
y privadas. Así tenemos que las más famosas y hasta decanas son las yunsas del barrio La Victoria,
de El Olivo, de Condebamba, de Villa Gloria, de Pueblo Libre, del Pueblo Jivén Centenario, del Mercado Central,
del Mercado de Huanupata, del Mercado de la Victoria, del Mercado de Las
Américas, del Hospital de Abancay, del Gobierno Regional de Apurímac, de la
familia Palomino, y la lista es interminable, pues suelen pararse y tumbarse
casi 200 yunsas.
Esta costumbre
se ha traslado a Lima, Cusco, Arequipa, Tacna y otros ciudades donde viven y se
reúnen las familias abanquinas.
[1]
VILADEGUT FERRUFINO, Guillermo. Alma
y rostro de Abancay. Imprenta IRAL E.I.R.L. Abancay. 1997 Pág. 122.
[2]
VILADEGUT FERRUFINO, Guillermo. Ob.
Cit. Págs. 125 y 126.
[3] hurk'a.
s. Antrop. Pedido de colaboración para realizar un cargo, fundamentalmente
religioso, consistente en comestibles, bebidas, ciriones, banda de músicos,
fuegos artificiales, etc. Dicho compromiso lo hacen con meses de anticipación, mediante
un presente que el carguyoq entrega a
sus amistades solicitando, precisamente, la colaboración. Es una costumbre
tradicional que viene desde la época del coloniaje, con cargo de retribución en
casos análogos.
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