lunes, 26 de febrero de 2018

EL CARNAVAL ABANQUINO (7)


EL CARNAVAL ABANQUINO EN EL “DOCUMENTAL DEL PERU”

Pedro Felipe Cortázar Chueca

Por la década de los años 70’, en Lima, se publicó una colección de 25 libros populares sobre la geografía, folklore, historia, economía, personajes, cultura, plagados de interesantes fotografías de todos los departamentos del Perú, que su Director, el escritor y periodista Pedro Felipe Cortázar Chueca tituló “DOCUMENTAL DEL PERÚ”, donde se esforzó por comprender, divulgar y hermanar a nuestro país pluriétnico y pluricultural.  Del Volumen 3 de este importante DOCUMENTAL DEL PERÚ – DEPARTAMENTO DE APURIMAC,[1] publicado en el mes de febrero del año 1976, extraemos estas líneas para conocer un poco del carnaval abanquino y apurimeño de los aquellos años, leamos:

UN PUEBLO QUE DANZA

En el incomprensible “papel arrugado” de su tierra, el hombre apurimeño nativo, enclaustrado por cumbres y abismos, dominado por los verdes campos de sus valles profundos y los azules intensos de sus cielos, danza.

Danza, con loca alegría, en centenares de policromas fiestas. En lugar de vivir agazapado en su honda miseria de siglos, se desfoga psíquicamente en la expresión más humana: la danza.

Entre polvos y cascabeles, entre monteras de luces y máscaras pintarrajeadas, las muchedumbres se trenzan en interminables danzas, incansables, de horas, de días, de noches…. hasta caer exhaustas.

Sus cantos, sus danzas, en medio de su alegría, no son más que lamentos de las tristezas de la vida cotidiana.

Su elemental lenguaje poético o sus anacrónicas contorsiones de figuras del siglo XVI o XVII, nos hablan con sus tristes melodías, o con sus aires monótonos y melancólicos o con su estallido de alegría de charangas, del hambre, de la soledad, y de la inaudita miseria.

El cura de la colonia se "hizo de la vista gorda" o fomentó y asimiló ese estado de ánimo para incorporado a las fiestas religiosas católicas y así los indios celebraban la cosecha o la siembra de la Pachamama milenaria, con el mismo calendario del Corpus o de la Natividad o de la Virgen de Cocharcas. y así han continuado haciéndolo desde aquella lejana época sin que casi nada varíe con el paso de los siglos, porque Apurímac -ya lo hemos dicho- es como un cofre hecho por costumbres y abismos, en el que se ha detenido el tiempo.

El "Carnaval Abanquino” es la fiesta folklórica nacional más conocida entre la gran masa popular de nuestro país. Y es quizá el resumen de todas las danzas y cánticos de la región.

El Carnaval dura de cuatro a ocho días. En Abancay, los miércoles de Ceniza las comparsas se dirigen a Tamburco, donde realizan la despedida con nuevos bailes y algarabía.

Desde allí se despiden hasta el nuevo año regresando a sus respectivos pueblos, con los caminos regados de borrachos, ahítos y embadurnados….unidos dentro de su gran unidad inhóspita andina, en su solitaria "isla terrestre".

Según la descripción de Mildred Merino de Zela, "La música del famoso carnaval Abanquino, triunfal y contagiosa, es común a todos los grupos y clases sociales. Con ella bailan la señora mestiza y los campesinos indígenas, entre guitarras, quenas, tinyas y cascabeles".

"Durante el Carnaval se baila la música propia de la fiesta, en grupos que recorren interminablemente las calles con el vestido "de centro" usual, jugando con mozos, como el "Segollo" -desafío con látigos- el "Paki" -lucha con el puño cerrado golpeado contra el antebrazo etc. diversas manifestaciones de la euforia unas con regocijo y alegría y otras con fiero empaque (Abancay)".


DESCRIPCIÓN DEL FOLKLORE APURIMEÑO DE LA DRA. ETHEL MILDRED MERINO DE ZELA.


            En esta parte del trabajo he querido añadir la descripción del folklore abanquino, apurimeño y nacional que hizo la doctora Ethel Mildred Merino de Zela,[2] para que entendamos los orígenes de nuestras actuales manifestaciones de música  y danza popular, y así podamos hacernos una mejor idea de dónde vienen nuestros carnavales, leamos:

"La música del famoso carnaval abanquino, triunfal y contagiosa, es común a todos los grupos y clases sociales. Con ella bailan la señora mestiza y los campesinos indígenas, entre guitarras, quenas, tinyas y cascabeles."

Durante el carnaval se baila la música propia de la fiesta, en grupos que recorren interminablemente las calles con el vestido de centro usual, jugando al secollo -desafío con látigos-, al pakí -lucha con el puño cerrado golpeando contra el antebrazo- etc."

En la espectacular "danza de los negritos" de Navidad se lucen lujosos vestuarios, con malabares de zapateos, acompañados por el canto de las mujeres (huaylías o huaylillas).

Pero en todos los bailes el ethos andino ha conservado y acumulado transformándolas y asimilándolas, amalgamándolas con sudor y vida, las creaciones más remotas de la cultura antigua india, con las procedentes del mundo occidental, desde el siglo XVI hasta nuestros días.

Es el proceso de indianización de lo europeo, es la corrida de toros convertida en yawar fiesta (fiesta de sangre). Es el minué, la gallarda, la pavana, la alemana, la zarabanda, la gavota, el rigodón, el pasapié, el pasacalle, etc., todas estas formas de la danza que practicaban en los salones rococó los emperifollados reyes, príncipes y aristócratas europeos, convertidas ahora en pantomimas satíricas, en parodias con monteras, medias de seda, chaquet y máscaras, jolgorio y chicha.

Y así han nacido y se conservan en Apurímac, en todos sus pueblos, cientos de danzas de raíz europea, cubiertas por una capa india de plumas y flores y flautas de caña, que les dan un colorido y una originalidad admirables.

Entre ellas caben destacarse la de los negritos, danza acrobática en la que, no obstante su nombre, no hay ningún negrito y si más bien personajes satíricos como la Vieja y el Viejo; la de las huaylias, usual en las fiestas de Navidad y Año Nuevo, con cuadrillas de mujeres vestidas de blanco que portan altos bastones adornados con cintas y sonajas, y que desfilan bajo arcos de pañuelos y flores de papel; la de las tijeras, conocida también como "gala", tradicional también en Huancavelica y Ayacucho.

Generalmente la danza es efectuada por una pareja de varones o dansaq, que bailan en contrapunto, realizando pruebas de destreza, no exentas de peligro.

La figura del dansaq fue inmortalizada en varias novelas del escritor apurimeño José María Arguedas y protagoniza su cuento "La agonía de Rasu Nití".







[1] CORTÁZAR CHUECA, Pedro Felipe. Documental del Perú - Departamento de Apurímac. Volumen 3. Lima. Febrero de 1976.
[2] Ethel Mildred Merino de Zela.- Nació en Lima, el 07 de octubre de 1922, Realizó sus estudios básicos en el Colegio Sophianum. Sus estudios superiores fueron la Escuela de Educación de la Universidad Católica, dirigida entonces por las Madres Canonesas de la Cruz, que le confirió el título profesional de “Normalista Urbana”.
      Cursó estudios de Etnología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Su tesis de bachiller fue: “El Cerro San Cosme: formación de una barriada” donde estudió la primera invasión urbana del siglo XX en Lima. En 1965, en la misma UNMSM, se doctoró en Etnología, con la tesis: "El tipo. Cuentos de fórmula. Folklore del Perú".
En 1964 fue nombrada como Directora de la Escuela Nacional de Música y Danzas Folklóricas.
Incursionó también en el periodismo. En las páginas de El Comercio, difundió la enorme diversidad de nuestro folklore en artículos publicados en los años 60 y 70.
Su vida intel ectual la desarrolló al lado de ilustres figuras como Luis A. Valcárcel, Jorge Muelle, el francés Jean Vellard, César Ángeles Caballero, José María Arguedas, entre otros.
El 1° de marzo de 1974 participó en la fundación del CENTRO DE DOCUMENTACIÓN Y APOYO AL FOLKLORE - CENDAF junto a Alejandro Vivanco Guerra, Josafat Roel Pineda, Rosa Alarco Larrabure, Enrique Cuentas Ormachea, Agripina Castro de Aguilar, Julia Peralta Reyes, entre otros notables folkloristas, empeñados en investigar, recopilar, preservar y difundir la riqueza cultural inmaterial del Perú.
    Sus obras fueron: “El folklore como técnica Educativa” que se lo pueden bajar de file:///C:/Users/XXX/Downloads/folklorologia2.pdf, “Vida y obra de José María Arguedas”, en otras importantes publicaciones.
                Falleció el Lima el 05 de diciembre de 2005.

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