martes, 18 de abril de 2017

SAYWITE: UN HITO EN EL ANDE (XVIII) ebook

Bueno, como les tengo ofrecido les presento en décima octava entrada mi ebook: SAYWITE: UN HITO EN EL ANDE, solo espero que le ofrezcan vuestro interés, sin olvidar de poner un  “ME GUSTA”, pero sobretodo “COMPARTIR” y “COMENTAR”.

         Para despedir este trabajo he decidido culminarlo con un aporte mío, que ahora les dejo.

Ciro V. Palomino Dongo



          Abanquino, abogado, especializado en derecho agrario y Comunidades Campesinas. Se califica simplemente como un animador cultural interesado en los temas históricos, sociales, políticos y jurídicos apurimeños, los mismos que se encuentran subidos en http://es.slideshare.net/kolkaqui y en https://es.scribd.com/user/5841641/CIRO-VICTOR-PALOMINO-DONGO. Publica además un blog sobre COMUNIDADES CAMPESINAS DE APURÍMAC en  http://comucamapu.blogspot.pe/ y un blog sobre la historia de Abancay, edición corregida y aumentada de su libro: “ABANCAY: ALEGRE Y HOSPITALARIA” en: http://aucapanamayo.blogspot.pe/.

EL SITIO DE SAYWITE Y EL PAISAJE

Lleno de fundamentos conceptuales, teóricos, metodológicos, los estudiosos y especialistas nos están presentando varios aspectos del paisaje: ambiental, ecológico, geográfico, cultural, físico, económico, y hay quienes hasta nos hablan del paisaje como un bien jurídico tutelado por el Estado y por tanto un bien público.

Pero, ¿qué es el paisaje? Aunque no hay una definición específica, podemos señalar que un paisaje es la percepción inteligible del entorno que nos rodea y que nos permite interpretar sus características, su calidad, su estado de conservación, su identidad y que por eso nos son fácilmente reconocible, y también porque de inmediato y en forma natural nos invitan a valorarlo como un todo, ya sea como una expresión estética, histórica, cultural, social, mística, etc. En otras palabras, los paisajes son aquellos espacios que se conciben. “…como una realidad cuyos elementos están dispuestos de manera tal que subsisten desde el todo, y el todo, subsiste desde los elementos, no como objetos caóticamente mezclados, sino como conexiones armónicas de estructura y función”.

¿Cuántos tipos de paisajes existen? Sin entrar en detalles podemos señalar dos:

a)      El paisaje natural, es aquel que se conserva en su estado primordial, sin la intervención de la mano del hombre, salvo en algunos detalles. Son territorios despoblados como las zonas polares, las cimas de las montañas, las selvas vírgenes, etc.

b)     Paisaje cultural, es aquel que fue modelado a lo largo del tiempo por un grupo cultural, a partir de un paisaje natural. En la formación de este tipo de paisaje, la cultura es la fuerza y el paisaje natural es el medio que proporciona los elementos materiales con los cuales el paisaje cultural ha de ser formado como un objeto material y concreto para ser percibido por medio de los sentidos.

A partir de estos conceptos podemos señalar que los paisajes que nos ofrece el sitio Saywite están ubicado geográficamente a 13º 32’ 50” Latitud Sur y a 72º 48’ 1” Longitud Oeste de la Región Natural de la Sierra Sur Oriental del Perú y a una altura que oscila entre 3,122 a 3,920 msnm.

Según el sistema de Holdridge,[1] el complejo arqueológico y sus inmediaciones se encuentra en la Zona de Vida[2] denominada: Bosque Húmedo Montano Subtropical (bh-MS), que se ubica en las partes altas de los Andes, entre 3,000 y 4,000 msnm. El clima es húmedo Templado Frío, presentando una temperatura media anual entre 12º C y 6º C cuando se ubica sobre el bosque seco - Montano Bajo, y entre 9º C y 6º C cuando se ubica por encima de la estepa – Montano. Su  precipitación pluvial total promedio anual se encuentra entre 600 y 750 milímetros. 


Su relieve es predominantemente empinado. Está conformado en su  parte superior por laderas que enmarcan los valles, haciéndose un poco más suave en el límite con las zonas de páramo.

La  vegetación natural  prácticamente no existe, pues ha sido reemplazada por cultivos. Especies de los géneros, Berberis, Baccharis Dunalia conforman pequeños relictos vegetales  heterogéneos, aunque también es posible observar  bosques residuales de chachacomos y de queuñas.  En zonas desboscadas aparecen el sauco (Sambucus peruviana), mutuy (Senna birostris) y Senna multiglandulosa cerca de las viviendas de sus habitantes. El tarwi (Lupinus sp.) es una especie indicadora de esta Zona de Vida.

Gran parte de ella, especialmente en la franja entre 3500 y 4000 msnm, llamada pradera o subpáramo está cubierta por pasturas naturales altoandinas de gran potencial para el sostenimiento de una ganadería extensiva con base en camélidos sudamericanos. En las partes altas dominan estepas de gramíneas constituidas por Stipa y Calamagrostis.

            En esta Zona de Vida se encuentran la Comunidad Campesina de Saywite - Suyuccacca con un territorio de 1,274.26 hectáreas, la Comunidad Campesina de Concacha con un territorio de   356.54 hectáreas y el anexo de Ccecceray de la Comunidad Campesina Luis de la Puente Uceda con aproximadamente 800 hectáreas.

Comunidades Campesinas de Saywite - Suyuccacca,  Concacha
y el Anexo de Ccecceray de la Comunidad Campesina "Luis de la Puente Uceda
Para que el viajero que llega de la ciudad de Abancay, pueda asumir la grandeza del paisaje que envuelve este lugar, le conviene hacer una caminata de unos 500 metros desde el ramal de la carretera a Cachora, para contemplar la imponente cordillera de Vilcabamba, que es un sistema montañoso que se extiende por más de 260 kilómetros y que alimenta al rio Urubamba que en esta parte se llama el Alto Urubamba, y al Apurímac que durante gran parte de sus 700 kilómetros de recorrido, su enérgico caudal fluye a través de estrechas y profundas grietas, entre los que destaca el cañón del Apurímac como uno de los más bellos e imponentes del mundo.

Cordillera de Vilcabamba vista desde la parte alta de Saywite

A lo largo de su recorrido muestra 18 picos de más de 5000 msnm. encontrándose entre ellos el nevado "Padreyoc" (5771 msnm) que es el glacial que se contempla desde la plaza de armas de Cachora y el Ampay (5235 msnm), el "Apu" de Abancay, y los nevados Salkantay y el Pumasillo con más de 6,000 metros de altura, por lo cual en tiempos de la colonia los españoles la llamaron “Sierra nevada”. En las estribaciones de esta cordillera prosperan la flora y la fauna silvestre propias de la vertiente oriental de los Andes, y en sus punas crecen grandes pajonales. Todos estos elementos en conjunto y por separado, sumados a los cientos de poblados y caseríos serranos que los habitan y transforman, nos ofrecen magníficos paisajes, unos naturales y los más culturales.

Cordillera de Vilcabamba o "Sierra Nevada" en tiempos de la colonia. Vista parcial desde el abra de Socllaccasa.
            En las estribaciones de esta cordillera o al pie de sus nevados se han creado Áreas Naturales Protegidas por el Estado – ANPE[3] como el Santuario Histórico de Machupicchu de una extensión de 32,592.00 hectáreas, el Santuario Nacional de Ampay con una extensión de 3,635.50  hectáreas y más recientemente el Área de Conservación Regional de Choquequirao con una extensión de 103,814.39 hectáreas.

Santuario Histórico de Machupicchu


Área de Conservación Regional Choquequirao
Santuario Nacional de Ampay

Volviendo a Saywite y tomando en cuenta la población comunera que actualmente la habita, podemos decir que nos encontramos frente a un paisaje cultural que se ha venido construyendo desde finales del siglo XIV y comienzos del XV, gracias  a que este lugar albergó una gran población indígena poseedora de las más altas innovaciones agrarias de la época y gobernada por una élite de curacas y sacerdotes, que alcanzando significativos excedentes de producción, les permitió disponer de una mano de obra suficiente para emprender la construcción de hasta tres estructuras piramidales rectangulares truncas, una para la glorificación del monolito, otra para el santuario ritual de la huaca de Saywite y una más abajo para el usnu que en lo alto de su plataforma se ofrecía y libaba la chicha sacramental y por un pequeño túnel se entregaba a la pachamama las ofrendas de los cultivos, así como la sangre y cuerpo del sacrificio de las llamas con los cuales sus antiguos habitantes agradecían a sus dioses por un año más de fructíferas cosechas y por la multiplicación de sus crianzas.


Junto a la natural curiosidad y la fijación de las interrogantes que instalan en nuestras mentes el monolito, el santuario de la huaca, las fuentes rituales y su escalinata, los bloques líticos de Rumihuasi, el “Intihuatana” y el usnu, disfrutaremos de las imponentes vistas que nos ofrece el conjunto arqueológico construido a base de piedra y respetando el relieve de la ladera, con la sencillez, solidez y la monumentalidad que caracteriza a la arquitectura inca, y sumado a todo esto la bucólica campiña que la rodea, los alegres centros poblados comunales que alberga y las centenarias chacras que nos muestran, casi sin ninguna tecnología moderna, la ancestral agricultura orgánica andina de sus comuneros.

Como si dejando atrás lo cotidiano, atravesáramos una puerta mágica, la visualización de todo este conjunto nos aporta imágenes positivas y agradables que nos permiten adentrarnos en un mundo que sin darnos cuenta, ya lo teníamos instalado en nuestra mente como una remota reminiscencia, pero no como un mundo personal, sino como un sitio común para todos los que visitan este y otros lugares, y quizá sea que por asimilar muy profundamente estas visualizaciones, ellas nos obsequian el prodigio de la mansa relajación que nos envuelve y que se traducen en una verificable calma y alegría.

Y talvez sea por eso que algunos visitantes han tomado este sitio de religiosidad andina, de simple y serena belleza, para que tal y como lo hicieron sus antiguos peregrinos, sumergirse en una potente contemplación que les permite aumentar su percepción de la realidad, y así de un modo muy especial, observar su conciencia y sus estados de ánimo para reflexionar sobre ellos, y luego sin dogmas extenderse hacia lo sagrado, y a su retorno, lograr transitar con sus próximos hacia una cultura de entendimiento y de paz.








[1] El sistema de zonas de vida Holdridge (en inglés, Holdridge life zones system) es un esquema para la clasificación de las diferentes áreas terrestres según su comportamiento global bioclimático. Fue desarrollado por el botánico y climatólogo estadounidense Leslie Holdridge (1907-99) y fue publicado por vez primera en 1947 (con el título de Determination of World Plant Formations from Simple Climatic Data) y posteriormente actualizado en 1971 (Life Zone Ecology).
[2] Una zona de vida es una región biogeográfica que está delimitada por parámetros climáticos como la temperatura y precipitaciones, por lo que se presume que dos zonas de clima similar, desarrollarían formas de vida similares.
[3] Son los espacios continentales y/o marinos del territorio nacional, expresamente reconocidos y declarados como tales, incluyendo sus categorías y zonificaciones, para conservar la diversidad biológica y demás valores asociados de interés cultural, paisajístico y científico, así como por su contribución al desarrollo sostenible del país. Las Áreas Naturales Protegidas constituyen patrimonio de la Nación. Su condición natural debe ser mantenida a perpetuidad pudiendo permitirse el uso regulado del área y el aprovechamiento de recursos, o determinarse la restricción de los usos directos.

3 comentarios:

  1. YENDO EN RETROCESO, DEL FINAL AL COMIENZO, LA LEYENDA DE LA SEXTA FOTO CONSIGNA "CORDILLERA DE VILCABAMBA" . . . CREO ES LA "CORDILLERA DE SALKANTAY" , PUES LA DE VILCABAMBA CREO ES LA QUE SE UBICA A LA MARGEN DERECHA DE LA CUENCA DEL VILCANOTA (PITUSIRAY, CHICÓN, LA VERÓNICA, PADRE ETERNO, ETC.).

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  2. Respuestas
    1. No te preocupes, es la cordillera de Vilcabamba, de la cual el Salcantay es su cumbre más elevada.

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