–¡Bueno!, tan calladito
como eres, quién podría imaginarse que habías resultado
ser todo un hombre público. ¡Un político de verdad!
–¡No señor! ¿Cómo sabe
usted eso? –Preguntó el hombre con la falsa culpa de quién esconde una secreta
ambición.
–¡No te hagas el
modesto! Sino cómo vas a ganar o siquiera ayudar a ganar a los primeros de tu
lista. Ahora ya nada es un secreto. Vi tu nombre en el link del Jurado Nacional
Electoral y también en “El Fregón” y “El chusco”. ¿O era otra persona?
–No señor, soy yo. Me
he comprometido a apoyar a nuestro paisano Cipriano Sorcca Maihuire, que además
de ser un buen profesional, aspira a ser alcalde de Ccaccapaqui. –Contestó
lleno de recato el buen hombre.
–¿Y qué clase de
profesional es tu candidato?
–¡Es ingeniero de la
UBAMBA!, señor. –Contestó lleno de orgullo el paisano, y para demostrar que no
iba detrás de un ignorante, agregó. –Trabaja para las obras que el Gobierno
Regional construye en nuestro pueblo.
–¿Y por qué lista está
yendo ese ingeniero, que a pesar de ser de allí, no lo conozco? – le preguntó
con alguna curiosidad.
–¡Por la
lista del Campirano, señor! –Le
respondió bastante animado
y aclaró. –No
es que sea de
Ccaccapaqui, sino que es su yerno.
–¡Ah!, o sea que se ha
casado con alguna paisana nuestra. Pero hablando francamente no le veo mucho
porvenir a esa lista.
–Ni crea señor, a nivel
distrital las cosas son muy diferentes, porque los electores votan por uno, y
si en tu lista están personas con muchos parientes y amigos en el pueblo y
varios simpatizantes en los anexos, parcialidades y comunidades, votarán por
ellos sin importarles porqué partido o movimiento regional están postulando.
–Aparentemente eso es
cierto, pero a la hora de votar la cosa es muy distinta. Porque en ese preciso
momento lo que más importa es quién lidera las encuestas electorales, pues una
vez que el elector elige a uno de ellos, automáticamente marca las mismas
opciones para el Alcalde Provincial y el Alcalde Distrital, porque la
propaganda electoral de todos esos movimientos y partidos, nos ha hecho creer
que nuestro voto sólo será válido, si marcamos las tres opciones por una sola
lista, cuando en realidad podemos votar como queramos, por ejemplo yo voy a
votar para la Presidencia Regional por el candidato del “Porongo”, para la
municipalidad provincial por el candidato del "Caporal" y para la
alcaldía distrital, votaré por ti.
–¡Gracias señor!, pero
si va a votar así, ¿su voto va a valer? –Preguntó lleno de dudas.
–¡Claro!, mis tres
formas de votar serán válidas. O acaso el alcalde distrital va a ser el
presidente regional o el alcalde provincial va a gobernar en nuestro distrito.
Cada autoridad es diferente Ranulfo. –Le respondió con aire pedagógico.
–Entonces, ¿no hay que
votar solo por una lista?
–Claro que se puede
votar solo por una lista, pero también puedes votar por los candidatos de las
demás listas. Lo que pasa es que los sinvergüenzas que encabezan las listas
regionales, engañan a los electores menos informados para que voten sólo por su
lista, para después llamar a ese modo de votar: “mi voto de arrastre”, y
después vociferar a los cuatro vientos que muchos alcaldes provinciales y
distritales han sido elegidos gracias a su arrastre electoral.
–Si pues señor.
Entonces hace mucha falta que el Jurado Electoral Nacional nos enseñe, cómo
también se puede votar.
–¡Eso sería bueno, pero
desgraciadamente no es así! Por eso es que yo digo, que a pesar de que podemos
votar por quién nos dé la gana, resulta muy importante para los candidatos
estar metido en una lista bien marketeada a nivel regional y provincial, y si a
eso le sumas la exitosa campaña que puedes hacer en tu distrito, podrías tener
la suerte de servir a nuestro pueblo por cuatro años.
–También en eso
habíamos pensado con nuestro candidato a la alcaldía, y por eso nos fuimos a
proponer nuestra participación en la Lista de la Kocaleka, pero nos dijeron que
si queríamos candidatear con ellos, nuestra lista debía pagarles 30 mil soles.
–¿Y eso por qué?
–Dicen que para cubrir
los gastos de la propaganda que se está haciendo desde hace años en la
televisión, las radios, los periódicos de Atunrumi y las Redes Sociales, más lo
que cobran los periodistas para entrevistar al candidato regional en esos medios. El alquiler de locales
políticos a nivel regional y en el mismo nivel el perifoneo callejero, los volantes, los mosquitos, la pintada de
paredes, cerros, piedras, iglesias, colegios, puentes y donde se pueda meter
brocha, gratis o pagando. El reparto de polos, gorritos, mandiles, llaveros,
fósforos, almanaques de bolsillo, libretas y las otras cositas más, sin contar
con las bambalinas, gigantografías,
afiches y posters. Que además deberíamos
considerar “el chupo de plata” que cuestan los mítines en cada distrito, en la
capital de todas las provincias y aquí en Atunrumi. Y con ese cuento nos
llenaron los oídos de gastos en alquileres de
transportes, escenarios, equipos de sonido, banderines, presentaciones
artísticas, pago al animador, transmisión en vivo de cada mitin por la radio y
la televisión, mucha comida, harto trago y grandes juegos artificiales para
hacerle creer a los electores que ya ganamos.
–¿Y ustedes que le
dijeron? ¿Supongo que algo le habrán dicho? –Volvió a reiterar.
–Le dijimos que para
nosotros eso era una fortuna que jamás podríamos reunir.
–¿Y?
–Nos contestaron que
eso no era gran cosa, porque el candidato a la vicepresidencia había aportado
200 mil, los tres primeros Consejeros 70 mil y el cuarto y quinto 40 mil, los
restantes 20 mil. Y que los candidatos de las listas a las alcaldías
provinciales debían aportar 100 mil soles y que menos mal, gracias a la bondad
del candidato regional, solo estaban considerando un miserable aporte de 30 mil
para los candidatos distritales. Entonces lo único que nos quedó fue despedirnos
de aquella cara pretensión. Pero antes de irnos les preguntamos por qué
cobraban tanto, si el candidato regional jamás iba a ir a nuestro pueblo, nos
dijeron que no estaban cobrando por las andanzas de su jefe, maestro y guía,
sino por la franquicia de usar el nombre, los logos y slogans del Movimiento Independiente
de la Kocaleka. ¿A propósito señor, qué significa una franquicia? –Preguntó
ahíto de curiosidad.
–¡No te creo! Una
franquicia es una concesión de derechos para la explotación de un producto, una
actividad o un nombre comercial, otorgada por una empresa a una o varias
personas de una zona. Pero, ¿no me estás mintiendo, eh?
–No señor, porque
cuando averigüé con otros candidatos que querían postular en esa y otras listas
más o menos ranqueadas, me dijeron que todos cobraban los mismos precios.
–¿Estás seguro? –Le
preguntó bastante sorprendido.
–¡Seguro pues señor! ¿O
acaso no sabe dónde vive o qué es lo que está pasando en la región?
–Si pues, tienes mucha
razón. Cualquier cosa puede estar pasando en estos tiempos y sólo nos damos
cuenta cuando del modo menos pensado nos llegan sus noticias.
Inmediatamente
después, su cabeza se convirtió en una calculadora científica que le arrojó los
siguientes resultados:
DISTRITOS
|
MONTO
|
SUBTOTAL
|
80
|
30,000
|
S/. 2’400,000
|
PROVINCIAS
|
MONTO
|
SUBTOTAL
|
7
|
100,000
|
S/. 700,000
|
VICEPRESIDENTE
|
MONTO
|
SUBTOTAL
|
1
|
200,000
|
S/. 200,000
|
CONSEJEROS
|
MONTO
|
SUBTOTAL
|
Del 1º al
3º
|
70,000
|
S/. 210,000
|
El 4º
|
40,000
|
S/. 40,000.00
|
Del 5º al
9º
|
20,000
|
S/. 80,000.00
|
T O T A L
|
S/.
3’630,000.00
|
Después
de esa operación se maravilló, indignó y hasta envidió. Por un rato no supo qué
le estaba pasando o que estaba sintiendo en el fondo de su alma, hasta que
exclamó:
–¡Qué fácil carajo! Con
un poco del montón de vagos sin oficio, vicio, ni beneficio que existen y que
sobran en todos los pueblos de la región, armo mi movimiento político regional
independiente, lo inscribo en el Jurado Electoral Nacional. Después lo voy
moviendo y exhibiendo permanentemente unos cuántos años mediante pintas,
entrevistas radiales, en la prensa y en la televisión local de los dos pueblos
más grandes de la región, hasta que se vuelva conocido mi nombre, mi imagen, el
logo y los eslóganes de mi movida política. ¡Claro lo importante es ser
conocido, no solo eso, sino conocidísimo! Y cuando por fin logro situarme en el
interés del electorado, después de anunciar mi candidatura por la Presidencia
Regional, monto el negocio de cobrar a los aspirantes a consejeros regionales, alcaldes y regidores
provinciales y distritales para candidatear con mi movimiento, y así, sin
querer queriendo, me embolso los tres millones seiscientos treinta mil soles. –Habló esto como dentro de un
monólogo. Como si se hablara a sí mismo.
–¡Ya veo señor! Recién
se ha dado cuenta que con la política se puede hacer un buen negocio! – Comentó
el candidato y como si no lo hubiese escuchado, el otro continuó.
–A tres meses de las
elecciones gasto más o menos un millón de nuevos soles en pintas, repinto las
anteriores, hago un
poco de propaganda
en todas las
radios, los periódicos
y los canales de televisión pagando a sus dueños y a los
periodistas, para que no rajen de mí diciendo que soy un narco, un corrupto, un
borracho, un cachudo, un acosador sexual, un maricón o lo que les dé la gana.
Realizo algunos mítines por aquí y por allá y uno grande en las capitales de
las provincias más pobladas, y después de toda esa alharaca, me elijan o no me
elijan, me quedan más de dos millones de ganancia neta y libre de impuestos.
–Concluyó su maravillado soliloquio.
–Más de dos millones y
medio querrá decir señor. –Aclaró el otro.
–Pero eso no es todo,
pues todavía me queda la chance de ganar las elecciones y ser presidente
regional por cuatro años y recuperar el millón de soles que he gastado gracias
a los aportes voluntarios de los proveedores, los funcionarios y los empleados
contratados, pero si no, me quedan los dos millones y medio que tú dices para
todas mis necesidades; y, solo me quedaría esperar la próxima temporada
electoral, para hacer la misma movida y
volver a ganar lo que me
corresponde. ¡Eso sí que es maravilloso!
Después
de estas conclusiones, recién pudo hacerse y responderse las siguientes
interrogaciones:
–Ranulfo, ¿sabes por
qué estos movimientos políticos regionales no se reúnen ni siquiera una vez al
año, para realizar sus actividades político–partidarias? –Preguntó como si se
tratara de una adivinanza.
–¿Porque no tienen
gente propia señor? –Respondió el paisano candidato lanzando su respuesta como
una pregunta.
–¡Exacto!, porque
simplemente más allá de las elecciones, no existen. ¡Claro!, si tú y tu
candidato el ingeniero se postularan pagando al movimiento independiente de la
Kocaleka o de la Pepsicola, y ganan la alcaldía de nuestro distrito, no tienen
por qué coordinar o estar sometidos al dueño de esa movida política, ni mucho
menos rendirle cuenta a nadie, porque ustedes triunfarían gracias a sus
dineros, y lo único que les quedaría sería recuperar su inversión y para eso
tienen cuatro largos años.
–Ahora que lo tiene
claro señor. ¿Sabe usted porque casi todos los alcaldes han escogido reelegirse
por el movimiento de la Kocaleka? –Preguntó el candidato retrucando la
adivinanza.
–¡Pues claro! Porque en
estos momentos esa lista tiene la mayor opción para ganar. –Respondió muy
suelto de huesos.
–¡No señor!, porque
esos alcaldes tienen los 30 mil soles y mucho más. ¿Y sabe por qué los narcos y
los funcionarios corruptos se están postulando por la Kocaleka?
–Porque tienen toda la
plata que les piden en ese movimiento.
–¡Exacto señor!, por
eso es que a mí y a mi candidato nos da
cólera tener que perder frente a estos malnacidos, y más aún cuando nuestra
única aspiración es servir a nuestro pueblo de todo corazón.
–Para la desgracia de
mis úlceras, de verdad ahora estoy compartiendo tu cólera y tu tristeza, porque
esos hijos de mala madre están haciendo negocio con nuestro sagrado deber y
derecho a elegir. Y lo que más rabia me da, es que lo están haciendo en
nuestras propias narices y haciéndose pasar por carismáticos líderes políticos,
excelentes ciudadanos, buenos cristianos y promotores del desarrollo y la
prosperidad, y por eso están por todas partes exhibiendo esas sonrisas que
aparecen en sus fotografías que las tienen pegadas en todas las paredes,
postes, cantinas y chicherías de todos los pueblos de la región, como si
quisieran decirnos: "!Vota por mí y aunque no votes por mí, yo siempre
saldré ganando!".
–¿Por qué pues vamos a
amargarnos gratuitamente? ¡Le invito una cervecita! –Le sugirió el candidato.
Y
los dos se fueron a esa calle que conoce
sus pasos, pero con una nueva verdad metida en sus corazones, sus cabezas y sus
hígados.
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