viernes, 5 de junio de 2020

LA FRANQUICIA


–¡Bueno!, tan  calladito  como  eres, quién  podría imaginarse que habías  resultado  ser todo un hombre público. ¡Un político de verdad!

–¡No señor! ¿Cómo sabe usted eso? –Preguntó el hombre con la falsa culpa de quién esconde una secreta ambición.

–¡No te hagas el modesto! Sino cómo vas a ganar o siquiera ayudar a ganar a los primeros de tu lista. Ahora ya nada es un secreto. Vi tu nombre en el link del Jurado Nacional Electoral y también en “El Fregón” y “El chusco”. ¿O era otra persona?

–No señor, soy yo. Me he comprometido a apoyar a nuestro paisano Cipriano Sorcca Maihuire, que además de ser un buen profesional, aspira a ser alcalde de Ccaccapaqui. –Contestó lleno de recato el buen hombre.

–¿Y qué clase de profesional es tu candidato?

–¡Es ingeniero de la UBAMBA!, señor. –Contestó lleno de orgullo el paisano, y para demostrar que no iba detrás de un ignorante, agregó. –Trabaja para las obras que el Gobierno Regional construye en nuestro pueblo.

–¿Y por qué lista está yendo ese ingeniero, que a pesar de ser de allí, no lo conozco? – le preguntó con alguna curiosidad.

–¡Por  la  lista  del  Campirano, señor!  –Le  respondió  bastante  animado  y  aclaró.  –No  es  que  sea  de Ccaccapaqui, sino que es su yerno.

–¡Ah!, o sea que se ha casado con alguna paisana nuestra. Pero hablando francamente no le veo mucho porvenir a esa lista.

–Ni crea señor, a nivel distrital las cosas son muy diferentes, porque los electores votan por uno, y si en tu lista están personas con muchos parientes y amigos en el pueblo y varios simpatizantes en los anexos, parcialidades y comunidades, votarán por ellos sin importarles porqué partido o movimiento regional están postulando.

–Aparentemente eso es cierto, pero a la hora de votar la cosa es muy distinta. Porque en ese preciso momento lo que más importa es quién lidera las encuestas electorales, pues una vez que el elector elige a uno de ellos, automáticamente marca las mismas opciones para el Alcalde Provincial y el Alcalde Distrital, porque la propaganda electoral de todos esos movimientos y partidos, nos ha hecho creer que nuestro voto sólo será válido, si marcamos las tres opciones por una sola lista, cuando en realidad podemos votar como queramos, por ejemplo yo voy a votar para la Presidencia Regional por el candidato del “Porongo”, para la municipalidad provincial por el candidato del "Caporal" y para la alcaldía distrital, votaré por ti.

–¡Gracias señor!, pero si va a votar así, ¿su voto va a valer? –Preguntó lleno de dudas.

–¡Claro!, mis tres formas de votar serán válidas. O acaso el alcalde distrital va a ser el presidente regional o el alcalde provincial va a gobernar en nuestro distrito. Cada autoridad es diferente Ranulfo. –Le respondió con aire pedagógico.

–Entonces, ¿no hay que votar solo por una lista?

–Claro que se puede votar solo por una lista, pero también puedes votar por los candidatos de las demás listas. Lo que pasa es que los sinvergüenzas que encabezan las listas regionales, engañan a los electores menos informados para que voten sólo por su lista, para después llamar a ese modo de votar: “mi voto de arrastre”, y después vociferar a los cuatro vientos que muchos alcaldes provinciales y distritales han sido elegidos gracias a su arrastre electoral.

–Si pues señor. Entonces hace mucha falta que el Jurado Electoral Nacional nos enseñe, cómo también se puede votar.

–¡Eso sería bueno, pero desgraciadamente no es así! Por eso es que yo digo, que a pesar de que podemos votar por quién nos dé la gana, resulta muy importante para los candidatos estar metido en una lista bien marketeada a nivel regional y provincial, y si a eso le sumas la exitosa campaña que puedes hacer en tu distrito, podrías tener la suerte de servir a nuestro pueblo por cuatro años.

–También en eso habíamos pensado con nuestro candidato a la alcaldía, y por eso nos fuimos a proponer nuestra participación en la Lista de la Kocaleka, pero nos dijeron que si queríamos candidatear con ellos, nuestra lista debía pagarles 30 mil soles.

–¿Y eso por qué?

–Dicen que para cubrir los gastos de la propaganda que se está haciendo desde hace años en la televisión, las radios, los periódicos de Atunrumi y las Redes Sociales, más lo que cobran los periodistas para entrevistar al candidato regional  en esos medios. El alquiler de locales políticos a nivel regional y en el mismo nivel el perifoneo callejero,  los volantes, los mosquitos, la pintada de paredes, cerros, piedras, iglesias, colegios, puentes y donde se pueda meter brocha, gratis o pagando. El reparto de polos, gorritos, mandiles, llaveros, fósforos, almanaques de bolsillo, libretas y las otras cositas más, sin contar con las  bambalinas, gigantografías, afiches y posters.  Que además deberíamos considerar “el chupo de plata” que cuestan los mítines en cada distrito, en la capital de todas las provincias y aquí en Atunrumi. Y con ese cuento nos llenaron los oídos de gastos en alquileres de  transportes, escenarios, equipos de sonido, banderines, presentaciones artísticas, pago al animador, transmisión en vivo de cada mitin por la radio y la televisión, mucha comida, harto trago y grandes juegos artificiales para hacerle creer a los electores que ya ganamos.

–¿Y ustedes que le dijeron? ¿Supongo que algo le habrán dicho? –Volvió a reiterar.

–Le dijimos que para nosotros eso era una fortuna que jamás podríamos reunir.

–¿Y?

–Nos contestaron que eso no era gran cosa, porque el candidato a la vicepresidencia había aportado 200 mil, los tres primeros Consejeros 70 mil y el cuarto y quinto 40 mil, los restantes 20 mil. Y que los candidatos de las listas a las alcaldías provinciales debían aportar 100 mil soles y que menos mal, gracias a la bondad del candidato regional, solo estaban considerando un miserable aporte de 30 mil para los candidatos distritales. Entonces lo único que nos quedó fue despedirnos de aquella cara pretensión. Pero antes de irnos les preguntamos por qué cobraban tanto, si el candidato regional jamás iba a ir a nuestro pueblo, nos dijeron que no estaban cobrando por las andanzas de su jefe, maestro y guía, sino por la franquicia de usar el nombre, los logos y slogans del Movimiento Independiente de la Kocaleka. ¿A propósito señor, qué significa una franquicia? –Preguntó ahíto de curiosidad.

–¡No te creo! Una franquicia es una concesión de derechos para la explotación de un producto, una actividad o un nombre comercial, otorgada por una empresa a una o varias personas de una zona. Pero, ¿no me estás mintiendo, eh?

–No señor, porque cuando averigüé con otros candidatos que querían postular en esa y otras listas más o menos ranqueadas, me dijeron que todos cobraban los mismos precios.

–¿Estás seguro? –Le preguntó bastante sorprendido.

–¡Seguro pues señor! ¿O acaso no sabe dónde vive o qué es lo que está pasando en la región?

–Si pues, tienes mucha razón. Cualquier cosa puede estar pasando en estos tiempos y sólo nos damos cuenta cuando del modo menos pensado nos llegan sus noticias.

Inmediatamente después, su cabeza se convirtió en una calculadora científica que le arrojó los siguientes resultados:

DISTRITOS
MONTO
SUBTOTAL
80
30,000
S/. 2400,000
PROVINCIAS
MONTO
SUBTOTAL
7
100,000
S/. 700,000
VICEPRESIDENTE
MONTO
SUBTOTAL
1
200,000
S/. 200,000
CONSEJEROS
MONTO
SUBTOTAL
Del 1º al 3º
70,000
S/. 210,000
El 4º
40,000
S/. 40,000.00
Del 5º al 9º
20,000
S/. 80,000.00
T O T A L
S/. 3630,000.00

Después de esa operación se maravilló, indignó y hasta envidió. Por un rato no supo qué le estaba pasando o que estaba sintiendo en el fondo de su alma, hasta que exclamó:

–¡Qué fácil carajo! Con un poco del montón de vagos sin oficio, vicio, ni beneficio que existen y que sobran en todos los pueblos de la región, armo mi movimiento político regional independiente, lo inscribo en el Jurado Electoral Nacional. Después lo voy moviendo y exhibiendo permanentemente unos cuántos años mediante pintas, entrevistas radiales, en la prensa y en la televisión local de los dos pueblos más grandes de la región, hasta que se vuelva conocido mi nombre, mi imagen, el logo y los eslóganes de mi movida política. ¡Claro lo importante es ser conocido, no solo eso, sino conocidísimo! Y cuando por fin logro situarme en el interés del electorado, después de anunciar mi candidatura por la Presidencia Regional, monto el negocio de cobrar a los aspirantes a  consejeros regionales, alcaldes y regidores provinciales y distritales para candidatear con mi movimiento, y así, sin querer queriendo, me embolso los tres millones seiscientos treinta mil  soles. –Habló esto como dentro de un monólogo. Como si se hablara a sí mismo.

–¡Ya veo señor! Recién se ha dado cuenta que con la política se puede hacer un buen negocio! – Comentó el candidato y como si no lo hubiese escuchado, el otro continuó.

–A tres meses de las elecciones gasto más o menos un millón de nuevos soles en pintas, repinto las anteriores,  hago  un  poco  de  propaganda  en  todas  las  radios,  los  periódicos  y los  canales  de televisión pagando a sus dueños y a los periodistas, para que no rajen de mí diciendo que soy un narco, un corrupto, un borracho, un cachudo, un acosador sexual, un maricón o lo que les dé la gana. Realizo algunos mítines por aquí y por allá y uno grande en las capitales de las provincias más pobladas, y después de toda esa alharaca, me elijan o no me elijan, me quedan más de dos millones de ganancia neta y libre de impuestos. –Concluyó su maravillado soliloquio.

–Más de dos millones y medio querrá decir señor. –Aclaró el otro.

–Pero eso no es todo, pues todavía me queda la chance de ganar las elecciones y ser presidente regional por cuatro años y recuperar el millón de soles que he gastado gracias a los aportes voluntarios de los proveedores, los funcionarios y los empleados contratados, pero si no, me quedan los dos millones y medio que tú dices para todas mis necesidades; y, solo me quedaría esperar la próxima temporada electoral, para hacer la misma movida y  volver a ganar lo que me  corresponde. ¡Eso sí que es maravilloso!

Después de estas conclusiones, recién pudo hacerse y responderse las siguientes interrogaciones:

–Ranulfo, ¿sabes por qué estos movimientos políticos regionales no se reúnen ni siquiera una vez al año, para realizar sus actividades político–partidarias? –Preguntó como si se tratara de una adivinanza.

–¿Porque no tienen gente propia señor? –Respondió el paisano candidato lanzando su respuesta como una pregunta.

–¡Exacto!, porque simplemente más allá de las elecciones, no existen. ¡Claro!, si tú y tu candidato el ingeniero se postularan pagando al movimiento independiente de la Kocaleka o de la Pepsicola, y ganan la alcaldía de nuestro distrito, no tienen por qué coordinar o estar sometidos al dueño de esa movida política, ni mucho menos rendirle cuenta a nadie, porque ustedes triunfarían gracias a sus dineros, y lo único que les quedaría sería recuperar su inversión y para eso tienen cuatro largos años.

–Ahora que lo tiene claro señor. ¿Sabe usted porque casi todos los alcaldes han escogido reelegirse por el movimiento de la Kocaleka? –Preguntó el candidato retrucando la adivinanza.

–¡Pues claro! Porque en estos momentos esa lista tiene la mayor opción para ganar. –Respondió muy suelto de huesos.

–¡No señor!, porque esos alcaldes tienen los 30 mil soles y mucho más. ¿Y sabe por qué los narcos y los funcionarios corruptos se están postulando por la Kocaleka?

–Porque tienen toda la plata que les piden en ese movimiento.

–¡Exacto señor!, por eso es que a  mí y a mi candidato nos da cólera tener que perder frente a estos malnacidos, y más aún cuando nuestra única aspiración es servir a nuestro pueblo de todo corazón.

–Para la desgracia de mis úlceras, de verdad ahora estoy compartiendo tu cólera y tu tristeza, porque esos hijos de mala madre están haciendo negocio con nuestro sagrado deber y derecho a elegir. Y lo que más rabia me da, es que lo están haciendo en nuestras propias narices y haciéndose pasar por carismáticos líderes políticos, excelentes ciudadanos, buenos cristianos y promotores del desarrollo y la prosperidad, y por eso están por todas partes exhibiendo esas sonrisas que aparecen en sus fotografías que las tienen pegadas en todas las paredes, postes, cantinas y chicherías de todos los pueblos de la región, como si quisieran decirnos: "!Vota por mí y aunque no votes por mí, yo siempre saldré ganando!".

–¿Por qué pues vamos a amargarnos gratuitamente? ¡Le invito una cervecita! –Le sugirió el candidato.

Y los dos se fueron  a esa calle que conoce sus pasos, pero con una nueva verdad metida en sus corazones, sus cabezas y sus hígados.




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