El historiador, sociólogo,
periodista, ensayista y docente universitario Hugo Neira Samanez, nació en
Abancay el día 24 de junio de 1936. Es hijo de Manfredo Neira Damiani y Rosalía
Samanez Richter.
Su madre nació en Andahuaylas el 25 de junio de 1919 y murió
en Lima el día 11 de agosto de 1990, fue hija de don Roberto Samanez Ocampo y
Rosa Esther Richter del Castillo. De su primer matrimonio tuvo dos hijos
nacidos en Abancay: Hugo Neira Samanez y Roberto (Tito) Neira Samanez, nacido
también en Abancay en 1938.
Rosalía Samanez Hugo y Roberto (Tito) |
Federico, Alvaro, Fernando, Jorge, Gonzalo.
Según sus propias declaraciones a varios
medios, Hugo Neira dijo que había nacido en una hacienda de los familiares de
su madre, pero no señala cuál, entonces habrá que adivinar, pues las haciendas más
próximas a la ciudad de Abancay y ligadas en forma directa o parental a la
familia Samanez serían la hacienda Matará del distrito de Lambrama, o la hacienda Auquibamba o, quizá la hacienda Casinchihua en el distrito de Pichirhua o tal vez la hacienda Vilcabamba de los Martinelli Tizón del distrito de Chacoche.
Vivió los primeros años de su
vida en las ciudades de Abancay y Trujillo. Más adelante sus padres se trasladaron
a Lima, donde cursó sus estudios escolares en la Escuela Fiscal Nº 429 y en la
Gran Unidad Escolar “Melitón Carvajal” del distrito de Lince. Hoy denominado Institución
Educativa Emblemática “Melitón Carvajal”. De aquella su educación pública, Hugo
Neira, con orgullo y beneplácito, nos dice: “Era
estupenda la educación que había, infinitamente mucho mejor que la que hay hoy
en día, que es catastrófica. Acá han hecho algo que no existe en ningún lugar
del mundo, que el estudio sea por áreas y no por cursos”.
Sobre este mismo tema en una entrevista
exclusiva con el diario LA RAZÓN, del año 2012, respondió así:
“¿Cómo ve el desarrollo
cultural en el país?
No es lo mejor que hemos hecho en los
últimos 20 años. Por ejemplo yo estudié en una escuela del Estado, vengo de
clases bien populares, estudié primaria en el 429 que era una escuela estatal
que estaba en la que era la avenida Militar en Lince, luego en la Gran Unidad
Escolar “Melitón Carbajal” y seguidamente en la Universidad de San Marcos.
La educación peruana del Estado era muy
buena, de gran calidad.
Él que tenía un curso jalado lo botaban,
luego empezó a cambiar la educación para mal, en los años ‘80.
¿En qué momento empezaron
los males para la educación?
Un poco el senderismo impuso el
bachillerato automático, hubo catedráticos que no eran doctores, se rebajó el
nivel a los profesores. El Perú tiene la peor educación de América Latina y del
mundo.”
En el año 1958 ingresó a la
Facultad de Letras de la Universidad Mayor de San Marcos, donde cursó Historia,
donde fue discípulo del historiador, diplomático, catedrático, abogado, ensayista
y político Raúl Porras Barrenechea y condiscípulo del historiador Pablo Macera
y el premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa.
El doctor Raúl Porras Barrenechea,
falleció el día 27 de septiembre de
1960, pero en el año 1953 instituyó por
testamento ológrafo como legataria de su biblioteca de más de 25,000 volúmenes
a la Biblioteca Nacional y estableció una Junta de Albaceazgo para su cabal
cumplimiento. En ese mismo testamento también incluyó a Hugo Neira Samanez como
uno de sus herederos, señalando expresamente: “a
mi discípulo, veinte mil soles para que continúe estudios en el extranjero, y
el Quijote leyendo el Amadís de Gaula”, esto último es una bella pieza
de orfebrería.
Raúl Porras Barrenechea |
En la época que estaba en San
Marcos fue militante de la Juventud Comunista y desde esos tiempos se le ha
conocido en el Perú y el mundo como “hombre de izquierdas”, aunque por ese
hecho jamás ha sido aceptado abiertamente por la ultraizquierda ni por la
derecha, peruanas, y que desde ambos lados le recuerden que trabajó
para el dictador Velasco y que ahora apoya al dictador Fujimori.
Culminando sus estudios
universitarios en 1963 se graduó de bachiller en Historia con la tesis
intitulada: “Lo indio, lo español
y lo mestizo en Garcilaso de la Vega”, que mereció un premio de la
embajada de España.
En 1961 pasó a formar parte de la
plana editorial del recién fundado diario Expreso. En esa condición fue
destacado al Cusco 1963 para que como periodista informara sobre las tomas de
tierras de parte de los campesinos, que exigían una reforma agraria. Estuvo
seis meses en ese departamento, cubriendo esa movilización popular. Sobre las
base de sus crónicas publicó el libro titulado: “Cuzco,
tierra y muerte” (1964), obra por la cual se hizo acreedor de un premio
nacional en el año 1965.
Gracias a esas movilizaciones campesinas
y otras, que no solo se produjeron en el Cusco, sino en todo el sur peruano,
pero que no tuvieron un "Hugo Neira" que las testimoniara, en el año 1962, la Junta Militar de Gobierno presidida
por el general Ricardo Pérez Godoy, promulgó el Decreto Ley Nº 14238, “Ley de Bases
para la Reforma Agraria”, y más adelante
durante el primer gobierno del Presidente Constitucional Fernando Belaunde Terry se promulgó
la Ley Nº 15037, Ley de Reforma Agraria, del 21 de mayo de 1964. Esta controvertida
Ley tuvo como característica principal exceptuar de la expropiación a los
complejos agroindustriales azucareros de Norte y en general a los más grandes
latifundios. Más adelante durante el llamado Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas, presidido por el General Juan Velasco Alvarado, precisamente en el Cusco el día 24 de junio de 1969 (Día del Indio), se promulgó el Decreto Ley Nº 17716, Ley de Reestructuración de la Tenencia de la Tierras Rústica, llamada también "Ley de Reforma Agraria".
En la reseña de este libro hecha
por Javier Ágreda en el diario “La República” del 18 de Agosto de 2008, nos
dice:
“El tema central de casi toda la
literatura indigenista —la narrativa de Alegría y Arguedas, los ensayos de
Mariátegui y Valcárcel- es el "problema de la tierra", el
enfrentamiento entre los comuneros desposeídos y los poderosos terratenientes.
Fue recién en los años 60 que ese problema se solucionó, no con la reforma
agraria de la dictadura militar, sino a partir de las acciones de los propios
campesinos quienes, unidos y agremiados, comenzaron a invadir las tierras en
disputa. El historiador y sociólogo Hugo Neira (Abancay, 1936), enviado
especialmente por un diario limeño, fue testigo de esta épica gesta, y publicó
en 1964 un libro que hoy ha actualizado y vuelto a editar: Cuzco: tierra y
muerte (Editorial Herética, 2008).
Neira permaneció en Cusco entre
diciembre de 1963 y marzo de 1964, y las crónicas que entonces escribió
constituyen el núcleo del libro. Son una serie de entrevistas con hacendados,
campesinos y autoridades locales, entre estos últimos "el diputado
democristiano Valentín Paniagua". Todos exponen sus razones y argumentos,
pero las simpatías del autor están con los campesinos, especialmente con la
Federación Departamental de Campesinos, dirigida por Urbano López (Hugo Blanco
estaba por entonces en prisión) y que congregaba a 1,500 pequeños sindicatos.
Es esta FDC la que organiza las invasiones, que en la mayoría de los casos se desarrollan
sin violencia.
Entre estas crónicas destacan las
dedicadas a describir la dinámica de las asambleas de campesinos y de las
propias invasiones, o el rol protagónico de las mujeres de la región ("El
NO de las campesinas", "Mujeres encabezaron los disturbios"). En
el aspecto narrativo, el texto más importante sin lugar a dudas es Redada
gigante en el Cuzco, el relato de los enfrentamientos entre policías y
campesinos producidos el 7 de febrero y que concluyeron con 13 muertos
(incluyendo niños), 40 heridos y 200 dirigentes detenidos.
Neira acompañó las crónicas con dos
ensayos: "Los primeros pasos" es un conciso estado de la cuestión que
hace las veces de prólogo; y "El sur antes y después", el epílogo, es
una interpretación marxista de los sucesos. A ellos se suma, en esta nueva
edición, "La ambigua historia. La paradójica revolución capitalista
rural", una relectura desde el punto de vista actual hecha por el autor.
Cuzco: tierra y muerte es, por ello, un valioso documento histórico, el
testimonio del mayor y más trascendente movimiento de masas campesinas
"que el Perú contemporáneo haya conocido".
“Cuzco,
tierra y muerte”, tuvo repercusión a nivel internacional, razón por cual
su autor fue invitado a Francia para investigar y proseguir sus estudios gracias
a la Fundación Nacional de Ciencias Políticas de París, lo que le permitió
graduarse de Doctor en Historia con la tesis: “Los
partidos políticos en América Latina” (1967). Más adelante en 1968 obtuvo
el Diploma de Estudios Avanzados - DEA en Ciencias Políticas.
Entre 1968 y 1969 residió en España,
formando parte de la Casa de Velázquez o Centro de Estudios Hispanistas
Franceses con sede en Madrid. En esa ciudad escribió para el diario “Madrid”, publicación de la línea opositora al régimen
de dictador de España Francisco Franco.
En 1970 durante el “Gobierno
Revolucionario de la Fuerzas Armadas del Perú” al mando del general Juan
Velasco Alvarado, arribó al país para colaborar con las reformas de aquel
régimen militar, siendo designado Director de Difusión del Sistema Nacional de
Apoyo a la Movilización Social (SINAMOS),[1] que
actuó como brazo político del régimen.
Más adelante fue editor de “PARTICIPACIÓN”,
revista teórica de la revolución peruana. Entre 1970 y 1974 escribió para el
diario “La Crónica”. Pero cuando por medio del Decreto Ley Nº 20681, del 27 julio de 1974, se expropiaron los
medios de comunicación, pasó a ser director del diario Correo entre 1974 a 1976.
En 1977 volvió a España, para
reanudar su labor de investigador social y periodista colaborando durante los
años 1978 y 1979 para las revistas CAMBIO 16[2] y CUADERNOS PARA EL DIÁLOGO.[3]
A partir de 1980, se radicó en Francia,
para dedicarse a la docencia, como profesor asociado en el departamento de
Español de la Universidad de Saint-Étienne. En 1986 se graduó de doctor
Ciencias Sociales en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de La
Sorbona, París, con la tesis interdisciplinaria (Sociología e Historia),
titulada: “Minorías políticas y
luchas por el poder. Perú 1895-1948”
Tras una breve estancia en el
Perú, luego de ganar en 1989 un Concurso Público para cubrir una plaza docente
en la Universidad Francesa del Pacífico,[4] en
Tahití, se jubiló en esa casa superior de estudios en 2003, año en que retornó
definitivamente al Perú para dedicarse a la docencia universitaria.
Más adelante, José Antonio Chang
Escobedo, Ministro de Educación del segundo Gobierno de Alan García Pérez, mediante
Resolución Suprema Nº 023-2006-ED, del 02 de agosto del 2006, lo designó como
Director Nacional de la Biblioteca Nacional del Perú, en reemplazo del señor
Sinesio López Jiménez, más delante mediante
Resolución Suprema Nº 003-2010-ED, del 07 de enero del 2010, este mismo
ministro le aceptó su renuncia.
Ahora a la edad de 82 años
escribe en el diario La República (Lima) y de otros medios informativos del
país y el extranjero
Sus principales publicaciones son las siguientes:
- CUZCO, TIERRA Y MUERTE (1964). Recopilación de crónicas. Premio Nacional de Fomento a la Cultura de 1965.
- HIPOLITO UNANUE Y EL NACIMIENTO DE LA PATRIA (1967)
- HUILLCA: HABLA UN CAMPESINO PERUANO (1975). Premio Casa de las Américas (La Habana).
- DESPUÉS DEL MURO DE BERLÍN: ACTUALIDAD DE HAYA DE LA TORRE (1995). Ganadora del concurso internacional de ensayo Centenario de Víctor Raúl Haya de la Torre.
- HACIA LA TERCERA MITAD: PERÚ XVI-XX. ENSAYOS DE RELECTURA HERÉTICA (1996)
- TIEMPO Y DESTIEMPO (1997), trabajo finalista en el concurso internacional de ensayo Weimar sobre el fin del milenio.
- CARTAS ABIERTAS (1998)
- EL MAL PERUANO 1990-2001 (2001)
- PASADO PRESENTE. DEL TIEMPO ALEVE: CRÓNICAS DE LOS 60’ (2001)
- DEL PENSAR MESTIZO (2006)
- TEORÍA Y PRÁCTICA DEL ENSAYO (2008)
- ¿QUÉ ES REPÚBLICA? (2012)
- ¿QUÉ ES NACIÓN? (2013)
Ante la
polémica pregunta “25. POR SUS
COSTUMBRES Y SUS ANTEPASADOS, ¿USTED SE SIENTE O CONSIDERA? de la página
cinco de los CENSOS NACIONALES 2017: XII
DE POBLACIÓN, VII DE VIVIENDA Y III DE COMUNIDADES INDÍGENAS, en el
artículo de su autoría, titulado: “¿Censo o psicoanálisis colectivo?”, publicado
en el “MONTONERO” del día 23 de octubre del 2017, Hugo Neira nos refiere:
“Confieso que tuve ese dilema en el
censo. Pude decir que soy blanco. Pero eso no es del todo cierto. Mis dos
apellidos son españoles, Neira (encima gallego) y de madre Samanez. Pero el
apellido completo de mi padre era Neira Damiani. Esto último, ostentosamente
italiano. El bisabuelo vino de Milán, se instaló en Arequipa, según se cuenta,
traía dinero, y casóse (como escribiría Riva-Agüero) con una señora peruana de
apellido Álvarez. Sobre los orígenes “ancestrales” como dice el censo, con
cierto sesgo etnocacerista, me puse mosca hace años y fui a rescatar un álbum
de fotos que un familiar me guardaba. Y aleluya, la bisabuela Álvarez era una
hermosa cacica de Yanahuara dueña de tierras; y fueron felices y comieron
perdices. Los Damiani, mis tíos abuelos, salieron unos blancazos fuertotes. En
realidad, mestizos. Esta fue una preocupación cuando Ollanta en el 2006, y
hasta en el 2011, parecía radical. Por eso con bisabuela india de Yanahuara
podía sacar mi «permiso de circulación étnico», si es que esa discriminación se
hacía legal. Todavía guardo la foto de la bisabuela, por si acaso Antauro.
Me han preguntado el domingo qué soy. La
historia de mis ancestros no ha concluido. Por el lado de mi madre, Rosalía
Samanez Richter, tengo un bisabuelo judío, que se instaló en Abancay. Y ante la
página cinco, ¿qué hago con bisabuelo español, bisabuela india, bisabuelo
italiano y bisabuela judía y peruano nacido en Abancay? Así pueden ser las
cosas en nuestro país. Finalmente he dicho que soy mestizo.”
Para conocer en detalle Currículo
Vitae de este ilustre abanquino, podemos visitar: http://usmp.edu.pe/nuesuniv/pdf/CV_USMP/INSTITUTO_DE_GOBIERNO_Y_GESTION_PUBLICA/NEIRA_SAMANEZ_HUGO.pdf
[1] El Sistema Nacional de
Apoyo a la Movilización Social, más conocido por su acrónimo SINAMOS, fue una
entidad estatal creada en junio de 1971 por el gobierno de Juan Velasco
Alvarado (primera fase del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas del
Perú.). Como su director fue designado el general Leonidas Rodríguez Figueroa.
Según la definición oficial,
SINAMOS tenía por objeto «estimular la intervención del pueblo peruano, a
través de organizaciones autónomas, en todas las tareas encaminadas a resolver
los diversos problemas que afectan a los hombres y mujeres del Perú». De esa
manera, sería posible crear una «democracia social de participación plena», en
donde los ciudadanos en general podrían intervenir en todas las esferas de
decisión y ejercer directamente, o con el mínimo de intermediación, todas las
formas de poder en sus dimensiones económicas, sociales y políticas.
SINAMOS articulaba diversas
organizaciones, a través de las cuales se realizaba campañas de concientización
y movilización política. Fue dotada con cuantiosas rentas, como las del Fondo
de Desarrollo Económico y las de todas las juntas y corporaciones
departamentales de obras públicas.
En la práctica, SINAMOS
funcionó como el partido político del gobierno, satisfaciéndole así de su
necesidad de contar con una base social de apoyo. En contradicción del discurso
antipartido (tesis del no-partido) de Velasco, las prácticas del SINAMOS
repitieron el tradicional sistema de favores que ha caracterizado desde siempre
a los movimientos políticos peruanos.
[2] CAMBIO 16 es una revista de información general española editada
por el Grupo 16. En Cataluña y el País Vasco, se conoce como Canvi Setze y Aldaketa
Hamasei, respectivamente. La revista fue un medio importante en la transición
política española desde la dictadura de Francisco Franco a la democracia.
Nacida con formato de revista semanal el 22 de septiembre de 1971, abarcaba
todo tipo de información pero predominaba en sus contenidos toda aquella
relacionada con la efervescencia política de aquellos momentos históricos.
[3] CUADERNOS PARA EL DIÁLOGO fue una revista cultural, aunque con
claro propósito de transmitir un ideario político, el democristiano, que
difundió su primer presidente y promotor Joaquín Ruiz-Giménez. El primer número
se publicó en octubre de 1963 y dejó de salir en 1978.
[4] Université de la Polynésie
française.- La Universidad de la Polinesia Francesa es una universidad francesa
ubicada en Punaauia en la Polinesia Francesa, en 2013, la universidad tenía 3,390
estudiantes. Fue creada por el Decreto No. 87-360 de 29 de mayo de 1987 la
universidad originalmente se llamaba French Pacific University y se dividió
entre dos sitios, uno ubicado en Nueva Caledonia (ahora la Universidad de Nueva
Caledonia) y el otro en Tahití, la sede administrativa de la universidad está
ubicada en Papeete. Ambos centros se convirtieron en instituciones autónomas
por el Decreto Nº 99-445 de 31 de mayo de 1999.