PRESENTACION
En este
trabajo estoy presentando el material que he ido acopiando sobre el carnaval
abanquino con motivo de la segunda edición de mi libro: “ABANCAY: Alegre y
hospitalaria”(que no sale porque no tengo el dineral que me piden), y lo hago
con mucha alegría porque a lo lejos y desde hace ya varios días, desde mi casa
o el lugar de mi trabajo, vengo escuchando las melodiosas voces, guitarras,
charangos, tinyas, quenas y cascabeles de los hombres y mujeres abanquinos que
se preparan para celebrar su querido carnaval.
En estos
carnavales festejarán con gran alborozo y júbilo la renovación de la vida y de
las esperanzas de un pueblo que baila y canta, para que queden atrás como si
solo hubieran existido entre la bruma de los sueños, los pesares que acompañan
a sus días.
Una vez más
los abanquinos se tomarán de las manos, se mirarán a los ojos, sonreirán y
plenos de vida soltarán sus melodías directamente al corazón de sus amigos, sus
amantes, sus esposas o maridos, y en este rito vital renovarán sus alientos,
para que la vida les sea más llevadera y hasta quizás, y porque no, próspera a
su modo. Y pasadas estas fiestas en el fondo de sus almas les quedará la
certeza, de que tal como les fue en estos carnavales les irá el resto del año,
y por eso tienen la obligación que todo les salga muy súper.
Después vendrá
la Semana Santa con sus místicas procesiones y su dolor ancestral, donde desde
lo profundo de sus cuitas, pedirán a sus dioses y santos para que sumerja sus
almas en las aguas claras y profundas de la calma y la quietud, donde lo mortal
parece que se acaba; y así, desde la fuente que cada uno conoce, emergerá a la
superficie de sus almas, la promesa de la salvación y la vida eterna.
Bajo este
abundante hechizo vivificador y popular, en el 446 aniversario de la fundación de la Villa de los Reyes de
Santiago de Abancay, tengo también en mi corazón la alegría de presentarles
este pequeño esfuerzo acompañado de alguna de mis fotografías.
“Para enamorar a esa chola
te compraste camioneta.
Para salir con tu hermana,
me basta mi bicicleta.
Cuando estas sano y bueno,
pata derecho y sereno.
Pero de un solo cañazo,
aborrecido cabrazo.
Con sueldo y a fin de mes
te adoran todos los patas,
pero misio a medio mes
no hay cholas, ni garrapatas.
De viejo quieres panearte
con un cuerito de veinte,
pero debes resignarte
que un chibolo la reviente.
De la jora sale la chicha
de la caña el cañazo
y de todo ese bagazo
semejante abanquinazo.
Carnaval abanquino
Abancay, enero del 2018.
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