martes, 21 de agosto de 2018

NOSOTROS LOS ABANQUINOS: SALVADOR HERRERA PINTO



Fray Salvador Herrera Pinto, nació en la ciudad de Abancay, capital del departamento de Apurímac el día 03 de febrero de 1890 y murió en Lima el día 26 de enero de 1977. Su padre Rufino Herrera fue diputado por la provincia de Aymaraes durante la presidencia de Andrés Avelino Cáceres[1] y Nicolás de Piérola,[2] y su madre fue doña Josefa Pinto.  

En el año 1902, su resuelta vocación religiosa lo llevó a ingresar al convento de la Recoleta del Cusco que originalmente de llamaba la Recolección de San Francisco de Asís cuyo fundador fue Fray Francisco Velasco en el año 1559. El 02 de mayo de 1911 profesó sus votos en la Orden de los  Franciscanos y el 28 de octubre de 1914 se ordenó de sacerdote en la ciudad de Arequipa.

Hizo su periplo europeo, tomando cursos en la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) lo que hizo posible que en el año 1920 obtuviera el grado de Doctor en Teología en la Universidad de Friburgo en Suiza. Llegó a la ciudad del Vaticano donde fue recibido por el Papa Benedicto XV[3].

Aun cuando a parte del español, su lengua materna, dominaba otros idiomas europeos como el  inglés, francés, italiano y alemán, sin dejar por supuesto de conocer las lenguas nativas de su mundo andino como el quechua y el aymara. Y en ese su empeño aprovechó su permanencia en el viejo continente para estudiar el griego, hebreo y latín.

En su vivo afán de conocer más a fondo el alemán llegó a Alemania, donde fue testigo de los sucesos de la República de Weimar[4], período que se caracterizó por una gran inestabilidad política y social, en el que se produjeron golpes de Estado militares y derechistas, intentos revolucionarios por parte de la izquierda en medio de una fuerte crisis económica. Toda esa debacle social, política y económica provocó el ascenso de Adolf Hitler y el Partido Nacionalsocialista.

El 21 de diciembre de 1933 fue designado Obispo Titular de la Diócesis de Puno por el papa Pío XI,[5] y en esa su calidad fue Secretario General de la Conferencia Episcopal Peruana para los períodos 1934-1935 y 1935-1936, y participó activamente en el Primer Congreso Eucarístico Nacional que se realizó en el mes de octubre de 1935 en la Plaza Dos de Mayo de la ciudad de Lima, que como reseñó el diario El Comercio de esos días se realizó  y fue uno de los eventos más concurridos de la historia limeña.

Primer Congreso Eucarístico Nacional de 1935 (Foto. El Comercio)

Gracias a la iniciativa del Monseñor Salvador Herrera Pinto, entonces Obispo de Puno, fue que el día  día 22 de julio de 1938, llegaran a la ciudad de Abancay las religiosas Dominicas de Santa María Magdalena de Speyer de Alemania para dedicarse a la noble tarea de educar a las niñas de Abancay en la institución que después se llamaría Colegio Nacional “Santa Rosa” de Abancay.

Tuvo el propósito de fundar un convento franciscano en Abancay, y para ese propósito logró adquirir dos terrenos en la lotización que hiciera la Junta de Fomento de la Pequeña Propiedad de Apurímac dentro de la expropiación de la ex hacienda Patibamba, que luego fueron traspasados a la Diócesis de Abancay, la que en uno de ellos construyó el actual Seminario Menor[6] mientras que el otro lo destinó al funcionamiento de una granja de producción agropecuaria.

El 05 de abril de 1948, cesó en el cargo de Obispo de Puno y fue honoríficamente nombrado el día 05 de abril de 1948 como Obispo Titular de la Diócesis de Satala en Armenia[7] y que hoy es parte de la República de Turquía, y cesó el día 26 de enero de 1977, día de fallecimiento.​

En el año 1953 presidió el Comité Pro-Coronación Pontificia de la Virgen del Milagro en Lima, la que fue hecha por el Nuncio Apostólico Monseñor Fernando Cento por encargo de su santidad el papa Pío XII. ​

El 23 de diciembre de 1966, publicó su libro "LA CUNA DE RICARDO PALMA",[8] la que fue su mayor contribución académica a la biografía del gran escritor y tradicionalista peruano, cuestionando su nacimiento en Lima, como más adelante lo veremos.




            Ahora leamos las paginas 47 al 58 de “La cuna de Ricardo Palma”, donde su autor sostiene que el gran tradicionalista peruano Ricardo Palma[9], nació en distrito de Talavera de la Reyna de la provincia de Andahuaylas, y que el escritor se llamaría en realidad Felipe Cusi Mena, hijo de Manuel Cusi —descendiente de la nobleza inca por parte de madre y vástago ilegítimo de padre español—, y de Francisca Mena, quien luego contrajo matrimonio con Gregorio Palma. Esta señora habría entregado a Felipe, antes de los 5 años de edad, a unos religiosos que lo habrían llevado a Lima. El tradicionalista habría decidido posteriormente ocultar su origen e, inclusive, la verdadera fecha de su nacimiento. Leamos:

III PARTE

PALMA APURIMEÑO

DATOS INDISPENSABLES SOBRE DOÑA JUSTA PALMA Y CECILIA SAMANEZ PALMA

Para la mejor inteligencia y valorización del presente trabajo de investigación sobre el lugar de nacimiento del Tradicionista D. Ricardo Palma, es absolutamente indispensable tener una idea cabal y exacta sobre la persona de doña Justa Palma y de su hija la señorita Cecilia Samanez Palma.

Doña Justa Palma, nació en Talavera de la Reyna (Apurímac), el 9 de agosto de 1826 como hija legítima de don Gregorio Palma y doña Francisca Mena, españoles de Hulalache, siendo su madrina doña Petrona Mena y ministro bautizante el párroco don Manuel Rosas. Así consta de su partida de bautismo, existente en la parroquia de Talavera: y encontrada por el vecino del lugar y amigo nuestro don Edmundo Quintanilla.

Era la sétima hija del matrimonio Palma-Mena.

Parece que sus padres y ella gozaban de cierta holgura económica, como se desprende del testamento, que en 1906, otorgara la citada doña Justa Palma.

Doña Justa, tuvo los siguientes hermanos: Pablo, Cipriano, Victorio, Manuela, Felipe (ilegitimo) y Melchora; siendo doña Justa la menor de la estirpe Palma-Mena. Tal como aparecen en las partidas encontradas por mi hermano el Sr. Dn. Rufino S. Herrera y Pinto, tras un largo y paciente trabajo de investigación.

Doña Justa tuvo seis hijos naturales como lo declara nominalmente en su testamento. La primera fue la señorita Cecilia Samanez, hija de don Manuel Samanez Beíngolea, los demás hijos fueron del señor Bernardino Carrasco, llamados: Ascencio, Luis, Matiasa, Matilde y Matías, todos difuntos, al momento de suscribirse el testamento a excepción de Ascencio.

En el testamento declara ser hija de Gregorio Palma y Francisca Mena y de una manera muy incidental refiere los nombres de sus hermanas Manuela y Melchora.

Era de carácter vivaz y enérgico, le gustaba vestirse bien y ser social en aquel reducido ambiente, como lo atestiguan los que la conocieron.

Doña Justa Palma sabía perfectamente que Ricardo Palma, el de las Tradiciones, era su hermano carnal, pues tenía un parecido físico notable, así lo atestiguan sus contemporáneos y ella siempre declaraba sin rodeos ni dubitaciones que tenía un hermano en la capital, el cual fue llevado por unos sacerdotes, para que estudiara en un seminario para padre. Era frecuentemente recordada por su hermano, Ricardo, mediante cartas y giros postales que le hacia por intermedio de la oficina de correos de Andahuaylas, tal como lo acreditan Abraham Salazar de Talavera, la señora Rosa Carrasco, hija de Ascencio Carrasco y de Delina Casafranca.

Su hija primogénita fue llevada por su padre, a la hacienda La Laguna, donde se educó e instruyó con los medios de esos tiempos llegando a tener cierta cultura y buen trato.

Cecilia Samanez, era de gusto refinado, logrando vestirse bien: vivía con la señora Justina Ocampo Almanza, esposa de Gregorio Martinelli, como si fueran hermanas, pues era muy graciosa y muy bien hablada, teniendo un don muy especial para contar chistes y narrar historietas, que lo hacía con mucha gracia, sobre todo aquellas que estaban en las Tradiciones escritas por Ricardo Palma.

En Andahuaylas, solía vivir con su hermana Matilde Samanez, que después fue esposa de don Ignacio Martinelli; su casa estaba situada precisamente sobre la Plaza de Armas de la Ciudad. Cuando la Sra. Matilde se casó la acompañó en Vilcábamba, como también en la hacienda Auquibamba; con frecuencia, era invitada por sus primos hermanos D. Leoncio Samanez y la esposa, señora Carolina Segovia de Samanez a su hacienda Casinchihua.

Solía venir a Lima, en compañía de su hermana Matilde, en uno de cuyos viajes se hizo tomar una fotografía, la que dedicó a la señorita Carmen Ocampo, que vivía en Molle Molle de Curahuasi, cuyo original poseemos gracias a la gentileza de la señora Consuelo Samanez Martinelli de Samanez.

En sus visitas a la capital es de suponer que era objeto de atenciones de parte de su tío, el tradicionista don Ricardo Palma, ya que era asiduo visitante de la familia Samanez, principalmente de don Leoncio, donde solía ir a tomar té frecuentemente y gozaba del aprecio y el cariño de toda la familia.

Ella siempre declaraba sin rodeos ni dubitaciones, que el autor de las Tradiciones era Talaverino. Asimismo lo firmaban las familias Samanez Ocampo, Martinelli, quienes sabían perfectamente que Ricardo Palma vió la luz primera en Talavera de la Reyna, allá en la floreciente provincia de Andahuaylas del departamento de Apurímac.

¿No hubiera sido preferible para ella y sus parientes paternos, que hombre tan importante como Ricardo Palma, fuera natural de la ciudad de Lima tal como él mismo lo pretendía, y no de la Villa de Talavera?

A la muerte de su hermana Matilde, el viudo don Ignacio Martinelli resolvió tomarla por esposa: la ceremonia debía realizarse en la capilla de la hacienda Casinchihua el 8 de octubre de 1901, debiendo la señora Carolina Segovia de Samanez ser la madrina. Estaban ya culminados todos los preparativos en la segunda quincena de setiembre, faltando apenas unos días para que se llevara a efecto la ceremonia, se intoxicó por haber tomado un remedio por otro, causándole la muerte casi repentinamente; habiendo producido una consternación general por el gran aprecio que gozaba entre sus parientes paternos.

Con esta ocasión fue su madre la señora Justa Palma a la hacienda Vilcabamba a visitar la tumba de su hija Cecilia Samanez, pasando luego a la hacienda Casinchihua. Doña Justa Palma, tal como se desprende de su testamento, murió en su pueblo natal de Talavera.
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SÍNTESIS DE LOS QUE SOSTIENEN QUE PALMA ES NATURAL DE TALAVERA

Las personas que sostienen esta tesis constituyen una pléyade digna de crédito por sus distinguidos atributos; tales como su notable cultura y sólida moral, situación social, su independencia económica y que forman un núcleo de respetables familias, no sólo dentro de los límites del departamento de Apurímac, sino también en la capital de la República.

Estas familias no ganan nada, ni pierden tampoco por el hecho de que don Ricardo Palma sea o no Apurimeño y mucho menos Talaverino.

Esta independencia moral, social, económica y aún cultural, merece rendido crédito sobre sus afirmaciones. Nos referimos a las familias: Samanez en sus diferentes ramas, a los Martinelli, a los Ocampo, a los Almanza. También nos referimos a la familia Palma, y de una manera muy especial a la señora doña Justa Palma Mena, de Talavera y a su hija la señorita Cecilia Samanez Palma, a don Ascencio Carrasco Palma, don Mateo Carrasco Palma y Cerón, a los vecinos de la Villa de Talavera: y de una manera muy particular al Concejo Municipal de Talavera del año 1914: como también a don Edmundo Quintanilla y Gerardo Quintanilla.

Todos los arriba mencionados afirman al unísono que el Patriarca de las Letras Peruanas y padre de las Tradiciones don Ricardo Palma, es nacido en la Villa de Talavera, esa Suiza Peruana de la Provincia de Andahuaylas y del rico departamento de Apurímac.

Esta es la síntesis de los que sostienen y defienden la tesis del nacimiento del ilustre Tradicionista en la Villa de Talavera.

A continuación expondremos los testimonios, que serán ratificados por documentos que obran en nuestro poder tales como las partidas de bautizo de los Palma-Mena de Talavera: como la del propio don Ricardo y el testimonio de doña Justa Palma, hermana carnal de don Ricardo Palma.
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A continuación en las páginas 65 a 117, nos presenta los testimonios de Juan Guillermo Samanez, Mateo Carrasco nieto de Justa Palma, Emiliano Almanza David Samanez Ocampo Sobrino, Dora Carmen Martinelli de Samanez, Alberto Samanez Ramos,  Celestina Ocampo Ballón, Enrique Martinelli Samanez, Ubaldina Ocampo de Ballón, quienes a su modo y por diferentes circunstancias señalan que efectivamente “de hecho y de derecho” Ricardo Palma, nació en el distrito Talavera de la Reyna, y que fue hermano de dona Justa Palma Mena. 

            Más adelante en las páginas 131 al 136, el Mns. Salvador Herrera, nos presenta la Partida de Bautismo de Ricardo Palma, bautizado el día 1º de mayo de 1822 como nacido en el distrito de Talavera de Reyna de la provincia de Andahuaylas con el nombre de Felipe "indio" Cusi Mena. Leamos:

“LA PARTIDA BAUTISMAL DE DON RICARDO PALMA

Ha sido preocupación constante de los literatos buscar la verdadera partida bautismal del ilustre Tradicionista conocido con el nombre de Ricardo Palma.

Con motivo del presunto centenario del nacimiento de Palma por 1933, se buscó afanosamente la partida en Lima; esta referencia la dan tanto Porras como César Miró, atribuyéndose haberla encontrado en los archivos del Sagrario de Lima, con el nombre de MANUEL.

Asimismo se buscó por los años 1932 la partida del tradicionista con el nombre de "Ricardo" en Talavera y en Chincheros: en repetidas ocasiones fueron comisiones de Andahuaylas y de Abancay, nombradas por las autoridades políticas. El párroco de ese entonces, rogó al ciudadano don Mateo Carrasco Palma y Cerón para que se encargara de tal búsqueda, rehusando tales pedidos por encontrarse en pleitos de herencia de su abuela doña Justa Palma, pese que le ofrecían muy buenas propinas. Por algo buscaban la partida en Talavera y no en otro lugar.

Oportunamente hemos impugnado con razones valederas que la partida que existe en los archivos del Sagrario de Lima, es ajena al tradicionista.

Para encontrar donde quiera la verdadera partida Palma, necesitamos basarnos en datos o hechos ciertos y verdaderos, so pena de equivocarnos o atribuirle una que no le pertenezca.

El fundamento o piedra angular consiste en que doña Justa Palma, natural y residente en Talavera hasta su muerte, era hermana carnal del tradicionista, siendo la última de la familia Palma-Mena, e hija legítima de los esposos Gregorio Palma y Francisca Mena vecinos de Hualalache, en Talavera.

Otro dato fundamental es saber que el tradicionista, era hijo natural e ilegítimo por parte de padre y por esta razón hermano de Justa Palma por su madre doña Francisca Mena de Palma.

Conforma a estos datos fundamentales e indiscutibles la partida del tradicionista, es la que existe en los libros de la Parroquia de Santiago de Talavera del 1º de mayo de 1822 con el nombre de Felipe. He aquí la partida: "Al margen": "Felipe Indio" Texto: "En la Santa Iglesia de Santiago de Talavera, en primero de mayo de mil ochocientos veintidos, yo el cura interino bauticé, pese óleo y Chrisma a Felipe, del día, hijo legítimo de Manuel Casi y Francisca Mena. Fue su padrino Tomás Mena. Testigo Tomás Curo, a quien advertí del pertenezco espiritual y para que conste lo firmé; (firmado) José María Leguía.

Estamos de acuerdo con ella en todas sus partes, a saber:

1.- Lugar. Estantes de acuerdo, ya que en todo el curso de este trabajo, hemos probado hasta la saciedad que Ricardo Palma es talaverino de hecho y por derecho:

2.- Año. Estamos de acuerdo con el año 1822, porque así resulta mayor que doña Justa Palma, su última hermana. Palma vivió 97 años y cinco meses, casi centenario, según los que lo han conocido y tratado hasta el fin. Hay personas que viven más: así el caballero apurimeño, primo hermano del expresidente Samanez Ocampo, don Adriel Montes Sobrino, fallecido hace poco a los 98 años y medio, en la plenitud de sus facultades mentales y de su notable salero.

3.- Nombre. El nombre es Felipe, del día. Ignoramos que lo haya usado; lo cierto a que según Angélica Palma, usaba el nombre de Manuel R. (probablemente nombre y apellido propio de su padre), luego según Porras se lo cambió por el de Ricardo Corazón de León o de San Ricardo Rey de Inglaterra, cuya fiesta celebra la Iglesia el siete de febrero de cada año. Nombre con el que es conocido en el campo de las letras.

4.- Padre. Aparece en la partida con el verdadero nombre de su padre y con apellido indígena de "Cusi", es un secreto a veces oído de personas graves y de respeto como Carlos Romero, director de la Biblioteca Nacional: P. Francisco Chersman, miembro de la Sociedad Geográfica del Perú: P. Domingo Angulo, director del Archivo de la Curia de Lima: Edmundo Quintanilla, vecino notable de Talavera; el eminente historiador Rubén Vargas Ugarte y otros, que don Ricardo Palma, no solo era hijo natural sino Legitimo por parte de padre. Razón por la que podía no tener partida, o en caso de tenerla y estar velada, camuflada o disimulada por razones obvias. Y este es el caso clamoroso: Un simple indio de la sierra jamás se atrevería a ultrajar a una española y mucho menos siendo esta señora casada: ni la señora hubiera permitido tal ultraje estando casada con don Gregorio Palma. El ardid es manifiesto y monstruoso. Y basta. A buen entendedor pocas palabras.

5.- Madre. La madre doña Francisca Mena, es madre también de doña Justa Palma, hermana indiscutible de don Ricardo Palma, y así, esposa de don Gregorio Palma, dueños de unos terrenos en Hualalache donde existen aún unos baños termales.

6.- El Padrino. Todas las partidas de la estirpe Palma-Mena, menos una tienen como padrino o madrina a Petrona Mena o Tomás Mena, hecho que indica se trata de una misma familia.

El hecho es que, el tradicionista don Ricardo Palma, usó este nombre y apellido con el que se inmortalizó y es conocido dentro y fuera del pan como el Patriarca de las Letras Peruanas, y como uno de los más calificados escritores de la Lengua Castellana.

Así se forjan hombres ilustres: tal como el del mestizo cuzqueño Garcilaso Inca de la Vega, autor calificado de los Comentarios Reales del Perú: quien ni era Garcilaso, ni Inca, ni mucho menos de la Vega. Se puso el nombre de Garcilaso en honor de su padre el español gobernador del Cuzco Sebastián Garcilaso: Inca, por su madre doña Beatriz Chimpu Ocllo, y concluyendo con de la Vega en homenaje a su benefactor en Montilla el Conde de la Vega. Dejando de hecho su verdadero nombre de pila, Gómez Zuáres, tal como consta por escritura pública, existente en el Perú.

Así se forjan nombres de personajes que registra la historia. Para mayor ilustración de nuestros lectores insertamos la lista de los Palma Mena de Talavera: todos hijos legítimos de doña Francisca Mena y su esposo don Gregorio Palma, menos uno, he aquí la lista:

1.- Pablo del 30 de junio de 1804: madrina Petrona Mena;

2.- Cipriana del 26 de setiembre de 1808, padrino Ventura Julca;

3.- Victorio del 2 de noviembre de 1818, madrina Petrona Mena;

4.- Manuela del 19 de abril de 1821, madrina Petrona Mena;

5.- Felipe del 1º de mayo de 1822, padrino Tomás Mena;

6.-  Melchora del 9 de enero de 1824, madrina Petrona Mena;

7.- Justa del 9 de agosto de 1826, madrina Petrona Mena.

Un caballero me refería que don Carlos Romero, compañero de trabajo del tradicionista de la Biblioteca Nacional, después Bibliotecario y heredero de don Ricardo Palma en muchos papeles solía decir con frecuencia: Palma no es Palma...

Esto mismo lo sabían allá tras las cumbres nevadas de los Andes. Según versión de Carmen Samanez H. quien nos decía que su padre el caballero apurimeño don Miguel Ángel Samanez Ocampo, cuando rasgaba su guitarra solía cantar unos versos y unos huaynos en los que insertaba como estribillo: 'Palma no es Palma". Pero así y todo don Ricardo Alcanzó la Palma de la inmortalidad, como Patriarca de las Letras Peruanas.

En síntesis, la partida bautismal existente en la parroquia de Talavera del 1° de mayo de 1822 y que pertenece al hijo de doña Francisca Mena de Palma, reúne todas las condiciones para ser la auténtica y verdadera partida bautismal del tradicionista, don Ricardo Palma.”

            En estos tiempos no faltan por aquí y por acullá, uno que otro escritor que probablemente sobre la base de esta historia, especula que el lugar de nacimiento del Ricardo Palma probablemente haya sido el distrito de Tintay de la provincia de Aymaraes, que en tiempos de la colonia era conocida como perteneciente a la etnia de los quechuas, localidad que junto a los distritos vecinos como Lucre y San Juan de Chacña de la provincia de Aymaraes, son próximos a los distritos de Talavera, Andahuaylas y San Jerónimo de la provincia de Andahuaylas, porque desde tiempos inmemoriales tenían una fuerte vinculación social y comercial a través del corredor Andahuaylas-Huancabamba-Lucre-Tintay, de este hecho nos dan prueba la existencia en estos distritos aymarinos de restos arqueológicos de importante ciudadelas Wari-Chancas, así como las crónicas y documentos coloniales, especialmente los títulos de propiedad de las haciendas de Pampatama  y Pampatama Alta y Dinamarca en Chacña.

            Siendo esto así bien podía ser que ese Manuel Cusi, padre de Felipe Cusi Mena, haya sido un noble nativo de Tintay, y su hijo (Ricardo Palma) haya nacido en esa tierra. Y acotan estos escribidores que no por gusto se le atribuye al tradicionalista peruano la célebre frase: “El que no tienen de inga, tiene de mandinga”.

Carretera AP107 - Andahuaylas-Huancabamba-Lucre-Tintay 

Esa suposición también les viene de que una de las pocas tradiciones peruanas recogidas por Ricardo Palma, como acontecidas en suelo apurimeño, está referida al distrito de Tintay:

“POR BEBER EN COPA DE ORO

El pueblo de Tintay, situado sobre una colina del Pachachaca, en la provincia de Aymaraes, era en 1613 cabeza del distrito de Colcabamba. Cerca de seis mil indios habitaban el pueblo, de cuya importancia bastará a dar idea el consignar que tenía cuatro iglesias.
           
El cacique de Tintay cumplía anualmente por enero con la obligación de ir al Cuzco, para entregar al corregidor los tributos colectados, y su regreso era celebrado por los indios con tres días de ancho jolgorio.
           
En febrero de aquel año volvió a su pueblo el cacique muy quejoso de las autoridades españolas, que lo habían tratado con poco miramiento. Acaso por esta razón fueron más animadas las fiestas; y en el último día, cuando la embriaguez llegó a su colmo, dio el cacique rienda suelta a su enojo con estas palabras:

 ─Nuestros padres hacían sus libaciones en copas de oro, y nosotros, hijos degenerados, bebemos en tazas de barro. Los viracochas son señores de lo nuestro, porque nos hemos envilecido hasta el punto de que en nuestras almas ha muerto el coraje para romper el yugo. Esclavos, bailad y cantad al compás de la cadena. Esclavos, bebed en vasos toscos, que los de fino metal no son para vosotros.

            El reproche del cacique exaltó a los indios, y uno de ellos, rompiendo la vasija de barro que en la mano traía, exclamó:

─¡Que me sigan los que quieran beber en copa de oro!

            El pueblo se desbordó como un río que sale de cauce, y lanzándose sobre los templos, se apoderó de los cálices de oro destinados para el santo sacrificio.

            El cura de Tintay, que era un venerable anciano, se presentó en la puerta de la iglesia parroquial con un crucifijo en la mano, amonestando a los profanadores e impidiéndoles la entrada. Pero los indios, sobrexcitados por la bebida, lo arrojaron al suelo, pasaron sobre su cuerpo, y dando gritos espantosos penetraron en el santuario.

            Allí, sobre el altar mayor y en el sagrado cáliz, cometieron sacrílegas profanaciones.

            Pero en medio de la danza y la algazara la voz del ministro del altísimo vibró tremenda, poderosa, irresistible, gritándoles:

─¡Malditos! ¡Malditos! ¡Malditos!

            La sacrílega orgía se prolongó hasta media noche, y al fin, rendidos de cansancio, se entregaron al sueño los impíos.

            Con el alba despertaron muchos sintiendo las angustias de una sed devoradora, y sus mujeres e hijos salieron a traer agua de los arroyos vecinos.

¡Poder de Dios! Los arroyos estaban secos.
           
Hoy (1880) es Tintay una pobre aldea de sombrío aspecto con trescientos cuarenta y cuatro vecinos, y sus alrededores son de escasa vegetación. El agua de sus arroyos es ligeramente salobre y malsana para los viajeros.
           
Entre las ruinas y perfectamente conservada encontrose en 1804 una efigie del Señor de la Exaltación, a cuya solemne fiesta concurren el 14 de septiembre los creyentes de diez leguas a la redonda.”



Salvador Herrera Pinto con Raúl Porras Barrenechea y Víctor Andrés Belaúnde



[1]Andrés Avelino Cáceres Dorregaray, nació en Ayacucho el día 04 de febrero de 1833 y murió en Lima el 10 de octubre de 1923. Fue  Presidente Constitucional de la República del Perú del 03 de junio de 1886 al 10 de agosto de 1890.
[2]José Nicolás Baltazar Fernández de Piérola y Villena,  nació en Arequipa el día  05 de enero de 1839 y murió en Lima el 23 de junio de 1913. Fue Presidente Constitucional de la República del Perú del 08 de setiembre de 1895 al 08 de setiembre de 1899.
[3]Benedicto XV (en latín: Benedictus PP XV), nació en Génova, Reino de Piamonte-Cerdeña, el día 21 de noviembre de 1854 y murió en Roma el 22 de enero de 1922). Su nombre de pila fue Giacomo Paolo Giovanni Battista della Chiesa. Fue el 258º Papa de la Iglesia católica, entre el 03 de septiembre de 1914 hasta su muerte. Su pontificado fue eclipsado en gran medida por la Primera Guerra Mundial y las consecuencias de esta, tanto políticas, sociales como humanitarias.
[4] La República de Weimar (en alemán, Weimarer Republik) fue el régimen político y, por extensión, el período de la historia de Alemania comprendido entre 1918 y 1933, tras la derrota del país en la Primera Guerra Mundial. El nombre de República de Weimar es un término aplicado por la historiografía posterior, puesto que el país conservó su nombre de Deutsches Reich (‘Imperio Alemán’). La denominación procede de la ciudad homónima, Weimar, donde se reunió la Asamblea Nacional constituyente y se proclamó la nueva constitución, que fue aprobada el 31 de julio y entró en vigor el 11 de agosto de 1919.
[5] Pío XI, nació en Desio, Reino de Lombardía –Venecia el día  31 de mayo de 1857 y murió en la ciudad del Vaticano el 10 de febrero de 1939). Su nombre secular fue Achille Damiano Ambrogio Ratti. Fue el 259º Papa de la Iglesia católica, y primer soberano de la Ciudad del Vaticano entre 1922 y 1939, con lo que su papado abarca casi todo el período de entreguerras.
[6] Un seminario menor es un centro educativo propio de la Iglesia Católica destinado a la formación de jóvenes y adolescentes candidatos al sacerdocio mientras cursan los estudios obligatorios previos a la formación universitaria. En Abancay se ha establecido esta formación de menores bajo régimen de internado tutelado por sacerdotes diocesanos a través del Seminario Menor. “Gracias a la iniciativa de Mons. Herrera, obispo franciscano natural de Abancay, de levantar ese edificio, ha sido providencial para el Seminario menor. En su honor y recuerdo, el Seminario lleva el nombre de “San Francisco Solano”.
[7] Situado en Turquía, el asentamiento de Satala. Según los antiguos geógrafos, estaba situado en un valle rodeado de montañas, un poco al norte del Éufrates, donde el camino de Trapezus a Samosata cruzaba el límite del Imperio Romano, cuando era un obispado, que sigue siendo un titular católico latino. Más tarde fue conectado con Nicópolis por dos carreteras. Satala es ahora Sadak, un pueblo de 500 habitantes, en el distrito de Kelkit de la provincia de Gümüşhane en la actual Turquía.
En el siglo XVIII, la diócesis fue restaurada nominalmente como obispado titular de Satala . Como tal, tenía los siguientes titulares, todos del rango episcopal (más bajo) apropiado:
-Isaac Soffiali (07- 01-1785 a ?)
-Ignacy Bardziński (27-03-1809 a 15-12-1813)
-Nikodem Puzyna (26-09-1814 a 22-10-1819)
-Gianfrancesco Guglielmo Tippmann (17-12-1832 a 20-06-1857)
-Vital-Justin Grandin, Misioneros Oblatos de María Inmaculada (OMI) (11-12-1857 a 22-09-1871)
-Tommaso Teofilo Kulinski (23-02-1872 a 15-03-1883)
-Lazzaro Mladenoff, Lazarists (CM) (12-06-1883 a 04-03-1918)
En 1933 pasó a llamarse Satala en Armenia. Está vacante, teniendo como tales los siguientes titulares, hasta ahora también todos los del rango episcopal (más bajo) apropiado:
-François-Joseph Dantin, Misioneros de Nuestra Señora de LaSalette (MS) (24-08-1918 a 05-07-1941)
-Salvador Herrera y Pinto, hermanos menores (OFM) (05-04-1948 a 26-01-1977)
[8] HERRERA PINTO, Salvador. La cuna de Ricardo Palma. Editorial Ausonia Talleres Gráficos S.A. Lima. 23 de diciembre de 1966. 184 páginas.
[9] Ricardo Palma, nació en Lima el 07 de febrero de 1833 y murió en Miraflores - Lima, el 06 de octubre de 1919, (aunque existe una teoría de monseñor Salvador Herrera Pinto que pone su cuna ocho años antes en el pueblo de Talavera de la Reyna en Apurímac). Fue un escritor romántico, costumbrista, tradicionalista, periodista y político peruano, famoso principalmente por sus relatos cortos de ficción histórica reunidos en el libro Tradiciones peruanas. Cultivó prácticamente todos los géneros: poesía, novela, drama, sátira, crítica, crónicas y ensayos de diversa índole. Sus hijos Clemente y Angélica siguieron sus pasos como escritores.

2 comentarios:

  1. El fué tío de mi padre,tengo fotos en su matrimonio, y me gustaría saber sobre su familia si está viva, y dónde vive,pués nunca tuve contacto con la familia de mi abuelita, de quien monseñor era familia. Si alguien sabe algo, comuníquese conmigo. Gracias.

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  2. Para toda comunicación a mi Facebook. Estoy como Maricarmen Prentice. Mi abuela fué María Dolores Bravo Herencia Cevallos. Mi bisabuela María Herencia Cevallos Pinto. Cualquier informe sobre los Pinto, o los Herencia Cevallos, les estaré agradecida.

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