Bueno,
como les tengo ofrecido les presento en novena entrada mi ebook: SAYWITE: UN HITO EN EL ANDE, solo
espero que le ofrezcan vuestro interés, sin olvidar de poner un “ME GUSTA”, pero sobretodo “COMPARTIR”
y “COMENTAR”.
RUMIHUASI:
Esta parte del
conjunto arqueológico se encuentra a aproximadamente a 450 metros de distancia
de las fuentes rituales de agua, y se extiende sobre una superficie aproximada
de 1,000 metros cuadrados. Todo su entorno nos hace suponer que estaba
destinado a la construcción de un nuevo adoratorio para el culto del agua,
superior a los erigidos años antes.
Cuando el visitante llega al lugar, inmediatamente se
percata que todo fue abandonado en plena construcción, los monolitos, las
piedras para la construcción de las fuentes rituales y el Rumihuasi. Estos restos arqueológicos los podemos reunir en:
a) EL
RUMIHUASI (casa de piedra).-
Que nos muestra los cimientos de la construcción de un ambiente para una casa,
templo o una terraza, nunca podremos saberlo. Donde incluso podemos ver piedras
a medio cortar.
b) LAS
FUENTES RITUALES DE AGUAS.-
Donde se aprecia la construcción de una sola fuente, las otras cuatro más, solo
muestran los materiales dispuestos para su construcción. Es probable que tras
esta primera fuente existan otras más (¿?).
c) LOS
MONOLITOS ERRÁTICOS.-
Existen en el lugar tres monolitos, al parecer todos acabados de tallar, pero
no dispuestos en su emplazamiento final, los mismos que para la descripción
podemos llamar:
- El monolito mayor, denominado “El altar de las
ofrendas”.- Es un bloque de
piedra tallada de 5 metros de largo por 4 metros de ancho y con un alto de 2.35
metros. Tiene una escalinata labrada de cuatro escalones de 45 cm. de ancho. En
su parte superior tiene varias oquedades circulares, siendo que la más grande
mide 22 cm. de diámetro por 10 cm. de profundidad. Existe una que desde un lado
recto se alarga 0.40 cm. hacia un lado semicircular con un ancho de 40 cm. y 6 cm. de profundidad. Todos ellos
asociados con canales que corren desde esta parte hacia una de las caras del
monolito donde se ramifican para entrar en sendas oquedades de forma
rectangular. Probablemente estos hoyuelos y canales se hayan tallado para hacer
discurrir agua, chicha, sangre u otros líquidos, no se sabe si con fines
religiosos o de adivinación.
No hay evidencias que “El altar
de las ofrendas”, haya sido quebrado por intervención humana, un terremoto, un
rayo u otras fuerzas extraordinarias. Lo que ha sucedido es que esta piedra de
gran tamaño y peso, tallada en el lugar de su actual emplazamiento, no ha sido
trasladada a su sitio de asiento definitivo, donde los incas sabían
perfectamente que había de establecerla sobre una superficie que tenga una
condición rígida y sólida, ya sea natural o construida.
Pero como la obra fue
abandonada y la presión del peso de la piedra sobrepasó la capacidad de
resistencia del suelo inestable, en esa acción que los geólogos llaman mecánica
de suelos, la piedra se quebró “naturalmente”, y con el correr del tiempo la
pequeña hendedura inicial, fue ampliándose hasta el estado en que la vemos
ahora. A esto hay que sumar que con el correr del tiempo crecieron árboles de
gran tamaño en sus inmediaciones, como lo muestra la primera fotografía que de
este monolito hizo el viajero alemán
Ernst Wilhelm Middendorf.
- “El camarote”.- Es el monolito de tamaño mediano entre los
tres. Ha sido llamado así por los visitantes debido a sus dos amplios
escalones. Está emplazado al final de la abandonada construcción de las fuentes
de agua. Hasta la fecha no se ha podido establecer su función.
- “El sofá”.- Es el monolito menor, llamado así por obvias razones. Está emplazado a
la entrada del Rumihuasi. Tiene 2.00 metros de largo por 0.60 metros de espaldar. A la actualidad no se ha podido
establecer su función, ni su simbolismo.
d) El “INTIHUATANA”.- Este monolito se encuentra
ubicado a unos 200 metros de distancia del Usnu de Saywite. Los lugareños,
estudiosos y visitantes que publican en el internet lo denominan “Intihuatana”,
pues han dado por supuesto que la pequeña ventana que tiene en una de sus
partes, es un elemento de observación estelar. Sus dimensiones son 3.40 metros
de largo por 1.90 metros de ancho y una altura de desde el terreno es de 0.95
metros.
Se aprecia que este monolito,
aunque concluido, no ha sido emplazado en su lugar definitivo, o quizá bajo su
base se encuentren otros restos arqueológicos que nos muestre porqué y para qué
está en ese lugar. Faltan muchos estudios y excavaciones que realizar por todo
Saywite. En sus inmediaciones existe una obra apenas intentada.
¿Por
qué se abandonaron estas obras?
Hemos señalado en entradas anteriores que los
arqueólogos y estudiosos han establecido que la construcción de los monumentos
arqueológicos de Saywite, se habrían realizado entre finales del siglo XV y
comienzos del XVI.
Para explicar la causa del abandono de estas
construcciones y monolitos, solo nos basta no olvidarnos que a mediados de 1532
se produjo la llegada de los españoles a las costas de Tumbes y desde allí se
internaron en el territorio incaico.
Sabiendo que en Cajamarca se encontraba el
Inca Atahualpa, el 08 de noviembre de ese mismo año, Francisco Pizarro, junto con sus cuatro
hermanos y una pequeña expedición de 168 hombres, 62 caballos, armas de fuego y
perros de guerra, partieron para esa provincia, donde planearon, organizaron y
ejecutaron una emboscada al Inca, en la plaza mayor de aquel lugar.
Se cuenta que el fraile Vicente de Valverde,
con la ayuda de un indígena que hacía de intérprete, pidió al monarca andino
convertirse a la religión católica y someterse al rey de España, alcanzándole
la palabra de su Dios contenida en una Biblia, pero como de ese libro no oyó
nada, lo tiró al suelo, lo que sirvió de pretexto para iniciar el ataque
sorpresa que tenían preparado.
Atahualpa fue capturado la tarde del 16 de
noviembre de 1532, y para conseguir su libertad ofreció a sus captores llenar
un cuarto de oro hasta donde llegara la altura de su mano. El cuarto fue
llenado, pero Atahualpa nunca consiguió su libertad. Los conquistadores lo
asesinaron en Cajamarca el 26 de julio de 1533.
Extraños y barbados hombres salidos del mar
en gigantescas embarcaciones habían matado al Inca Atahualpa, el hijo del
“Inti” (inti churi) o “Punchao”, el esposo de la “Pachamama”, el que
fertilizaba la tierra, el dador de salud, paz y vida, la divinidad central del
Tahuantinsuyo. Habían matado al sagrado hijo del Sol, y en aquel mismo instante
también caían desde sus alturas las creencias, mitos, costumbres, lenguas,
organización política, social, económica, cultural y ambiental del incario. En
fin, todo lo que fue construido desde hace más de doce mil años en el mundo
andino.
Desde Cajamarca los españoles se movieron
hacia el Cusco, centro del Tahuantinsuyo, y contando con el apoyo de los
señores y las poblaciones que se encontraban descontentos con el sistema
político y socio-económico instaurado por los incas, se hicieron fácilmente del
imperio.
Para darnos una idea mejor, pero salvando las
distancias entre lo real y la fantasía, ese hecho fue como si un día de estos
llegara al planeta tierra, en extraños objetos voladores, una invasión de hominidos extraterrestre con el mismo afán destructor de los españoles, trayendo consigo
los avances tecnológicos de un futuro que ni siquiera podemos imaginar, otros
pensamientos y quizás otros símbolos en vez de dioses, mataran a nuestros jefes de Estado y de Iglesias, es muy seguro que
echaríamos al abandono mucho de lo que por nuestra devoción estamos haciendo.
Esto fue lo que pasó en Rumihuasi. Ya no
tenía sentido, ni valor para esas gentes lo que estaban construyendo, además se
habían acabado las condiciones materiales para su culminación, pues dejó de
existir la autoridad política o religiosa que lo impulsaba, y por eso quedó en
el abandono, como muchas otras obras a lo largo del Tahuantinsuyo.
PARA TERMINAR ESTA PARTE DEL LIBRO LES INVITO A VER: SITIOS INCAS EN APURIMAC I: SAYWITE.
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